The Only way is going in.

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La niebla había bajado de lo más alto del cielo a casi cubrir el único camino que no lo hacían los frondosos árboles del bosque a unos cuantos minutos de Seúl. Estaba de moda entre los jóvenes hacerles frente a las leyendas urbanas de la ciudad y de sus alrededores para tener popularidad, quedar como valientes ante la sociedad.

Lee Hyukjae se encontraba parado en la entrada al lugar ye se estaba arrepintiendo de haber hecho esa apuesta tonta. Solo por que había dicho que el bosque Bugok no estaba embrujado en una fiesta de la universidad; mala suerte para él para decirle eso al chico más popular de la escuela, que estaba contando la historia robando la atención de todos los presentes.

- Si crees que todo lo que digo es mentira, ¿Por qué no mejor vas y lo averiguas? – todos habían comenzado a reír por lo bajo y sus miradas se fijaron en el chico delgado que tenía sus manos en el bolsillo, esperando a su respuesta.

- Está bien, volveré y te cerraré la boca.

Ese día le había retado a ir y tomarse una foto en lo más espeso del bosque, donde sabían que había una gran roca con una inscripción que decía que el lugar estaba protegido y que no debía ser perpetrado, ningún árbol talado ni nada que fuera a destruirlo, a no ser que quieras pasar por lo menos unos 20 años en prisión.

Después de dar un gran suspiro con pesar, se adentró con pasos algo titubeantes al principio. El sonido retumbante de sus pasos en la tierra con pedazos de hojas secas, lo ponía cada vez más nervioso.

Se había arrepentido tanto de haber aceptado.

El orgullo a veces puede destruir tanto la mente de un hombre, al punto de hacer cosas que ponen en peligro su vida. Pero para Hyukjae, era peor dar la vuelta en derrota, que quizás lo atacara un oso o lo que sea que esté dentro en ese bosque.

Vaya prioridades.

El camino por lo menos estaba señalizado y las pocas luces tenues algo ayudaban en marcar la zona segura, pero nada era mejor que su fiel linterna que lo había acompañado en esas lecturas en la tienda improvisada debajo de la mesa con su hermana mayor cuando eran pequeños.

El frío del bosque comenzaba a bajar, los árboles estaban cada vez más juntos uno de otro, las luces tomaban más distancia e intensidad, eso incluía su linterna vieja, cuya luz no era tan efectiva ante la oscuridad delante de él.

"Debería regresar" Dijo cuando esta finalmente se apagó y se veía frente a la última luz del camino. Lo rodeaban solo viejos robles y rocas.

En su desesperación de encontrar un lugar seguro, se fue acercando a ese lugar en línea recta encontrándose con plantas en el medio y un suelo que se volvía cada vez fangoso, que hacía que su caminar se volviera más pesado por cada paso que daba.

La humedad espesa del ambiente aumentó, pero seguía avanzando.

Su mente decía que se detuviera, pero su intriga lo llamaba como susurros que el viento helado de la noche llevaba a sus oídos.

"Acércate"

"Averígualo por ti mismo"

Esa voz que sonaba tan cerca de su oído, poco a poco lo estaba envolviendo como en un embrujo que no le hacía detener su trote ni su vista al frente, donde lograba ver que iba acercándose a la luz.

Pero su vista ahora estaba oscura, una rama lo había hecho tropezar y que su camisa se llenara de barro. La mochila que llevaba en su espalda le pesaba tanto que le tomó tiempo volverse a levantar.

Mientras se sacaba la tierra de las manos escuchó que algo se movía tras él y sintió escalofríos que recorrían toda su espina dorsal hasta erizarle los pelos de la nuca.

The only way is going in [Eunhae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora