Hacres: El olimpo de Hades

Las esperanzas de los humanos

Cuando llegamos a las afueras de la ciudad nos encontramos con unos pocos Dioses. Entre ellos estaban Atlanta y Persefone que ya las habíamos conocido antes.

Hércules se acercó a una Diosa y decepcionado empezó a hablar con ella.

-No han venido muchos y sólo han venido Dioses.  Vinieron muy pocos Centauros y faunos.   Sólo Dioses y pocos Centauros y Minotauros y no los mejores.

-Señor, traje a estes porque estaban a salvo y podían llegar hasta aquí. Toda la ayuda es buena y si no han venido otras criaturas es porque están muertas o encerradas.

-Toda la ayuda es buena. Lo dudo, dudo que Dionisio dios de la fiesta, del vino nos ayude a luchar.

Yo reconocí al hombre del que hablaba mirándole con desprecio era el Dios gordo y ebrio que me había encontrado al llegar al olimpo por primera vez. Pero en aquel momento era diferente. Fue el el que hablo con Hércules en lugar de la Diosa.

-Señor, con mi respeto , pero si no lo sabe fui yo el que le salvó de caer en manos de Hades hace 1002 años. Allí yo estaba sobrio y había derrotado a gran cantidad de tanators yo sólo. Ahora en este momento también estoy sobrio y derrotaré a bastantes chinoctors. Para demostrar mi fuerza yo mismo seré el primero en entrar en la ciudad.

Y el hombre repulsivo y gordo corrió colina abajo y llegó hasta la entrada de la ciudad allí ya se había enfrentado a varios chinoctors y despues de él todos avanzamos hasta la ciudad destruyendo a todos los chinoctors, avanzamos por la ciudad y los humanos con herramientas de trabajo como orcas por ejemplo las usaron para luchar contra chinoctors. Cada vez había menos chinoctors aquel ataque sorpresa nos había dado ventaja además. Teníamos de nuestro lado a Centauros, Minotauros y Dioses. Había pocas bajas de nuestro lado y las que había eran de Centauros. Jetix cayó al suelo y antes de que un chinoctor le asesinara este sacó de su bolsillo una pistola y disparo bastantes veces en la cabeza del chinoctor. Cuando todo acabó yo fui a hablar con Jetix.

-¿Tienes una pistola? ¿Cómo? Los chinoctors quemaron todas las armas lo vimos en el campamento.

-Conseguí que no me vieran el arma. Pero, ahora no servirá de mucho. Tenía 10 balas. Sólo las iba a usar cuando me hiciera falta.

-Ahora te hizo falta.

-Si una bala me hizo falta. Cuando le di en la cabeza con la primera murió y seguí disparando y ahora sólo me quedan 3 balas. 

Después Hércules dio nuevas órdenes.

-Los humanos os quedareis en la ciudad , los Centauros y Minotauros protegeran a los humanos. Se creará un portal a la tierra cuando todo esto acabe ahora no es seguro regresar a la tierra. Hacres los Dioses y el resto de mi grupo vendrán conmigo y salvarán a Nauj y mataran a Hades.

Todos los humanos excepto Draken y Jetix quedaron en la ciudad y nosotros fuimos con Hércules.

Hércules se disculpó con Dronisus y hablo con Draken y Jetix.

-Draken, ¿Qué haces aquí? Eres un humano al igual que Jetix no eres tan patoso como el otro. Pero Draken eres un humano y esto es una guerra de Dioses y Demonios. Draken has hecho grandes cosas por el Olimpo pero, se acaban aquí.

-No Hércules yo creó en el destino. Y si he vivido mil años infierno y escapado gracias a vosotros será porque este era el momento de que yo hiciera algo. Soy el último de los treinta sin contar a Roy al viejo poeta. Llegó el momento de que vengue a mis amigos. Yo nací en la tierra y soy un humano. Pero, en el olimpo encontré el amor, Persefone, la valentía, la gran guerra oscura y la amistad la verdadera amistad, Noam. En la tierra odiaba a Noam y en el Olimpo se  transformó en mi mejor amigo. Soy más hijo del Olimpo que en la tierra pues me ha pasado todo lo bueno. Y si yo estoy aquí es para seguirte a ti. Y si Jetix nos encontró es para seguirte a ti. Yo creó en el destino.

-De acuerdo , vamos.

Y poco a poco nos acercamos al castillo y nos preparamos ,  pero para llegar aún quedaba bastante.