capítulo 1: amor libre

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Cuando salí del clóset fue algo raro al principio y tanto extraño para mi, le conté por mensaje de texto a mi mejor amiga pero para mi suerte ella lo tomo bien, eso estuvo bien para ser la primera persona. Empezamos a contarnos cosas relacionadas con nuestra orientación sexual, quienes eran nuestros crushes, quienes nos llamaban la atención y todo ese tipo de sensaciones adolescentes que pasamos; después mis mejores amigas ya sabían mi orientación, no entendí como pasó pero eso estuvo bien para mi, ya no tenía que preocuparme, ahora tocaba decirle a la persona más importante... mi mamá. Con ella tengo una relación bastante buena pero aún así es raro que le diga esto, no es como llegues y le digas "mamá, soy gay". Es difícil poder decirle a alguien tan especial cual es tu orientación sexual porque tienes el miedo de ser rechazado, de ser odiado y en todo caso hasta tener miedo que te corran de tu casa. El "salir del clóset" no debería ser así, el amor no tiene que esconderse en un clóset, no debe haber un miedo por amar por ser amado o por solo ser feliz con alguien, el amor debe ser mágico, debe brotar.
- mamá, me gustan los chicos — se queda en silencio por un momento
- lo supuse — dice riendo mientras me mira
- ¿no estás enojada conmigo?
- claro que no hijo, tú eres así, eres mi hijo y siempre te voy querer, verte feliz es lo único que me importa — la miro, la abrazo y lloro de felicidad
- ¿y tus amigos ya lo saben?
- fueron los primeros
- entonces yo era la única que no sabía — dice riéndose. Siento una paz enorme dentro de todo mi, es como si me hubiese quitado algo de encima que me estaba aplastando poco a poco; el amor no debe ser apagado, el amor no debe esconderse en un clóset ni mucho menos fingiendo alguien que no eres, el amor debe ser para ti y para los demás que te aman.

Estoy listo para empezar algo nuevo conmigo, algo realmente lleno de amor y solo amor, mañana será mi regreso triunfal a la secundaria, aparte es mi último año, lo tomaré con la actitud más positiva posible, voy a disfrutar cada día que pase en ella.
- ¡hey! tan temprano ya estás aquí — me dice mi mejor amigo, Samuel, es un gran tipo
- por supuesto, me siento raro si llego algo tarde — le digo con una sonrisa
- cuando será el día que no llegues tarde
- si se me hace tarde es obvio que ya no vendría
- eres muy raro y eso me gusta de ti — me dice sonriendo mientras me cubre con su brazo mi cuello.
Samuel es una de las personas que siempre está pendiente de mi, somos tan unidos en tantas cosas o tal vez sea porque nuestro signo es el mismo, bueno no sé.
- ¿qué clase tienes ahorita?
- bueno tengo historia con el maestro José
- entonces te veo en el receso ¿quizás? — dice con una sonrisa, entre cerrando su ojo
- claro que sí, como siempre
- bueno, me voy a mi clase — me da un pequeño golpe en la espalda
- adiós — aún no entiendo porque no tiene novia, es un chico tan maravilloso y tan gentil, él es increíble en todos los aspectos.

Esta clase me gusta, aquí puedo estar con mis dos mejores amigas hablando de x cosa mientras el maestro habla de quien sabe quien y blah blah blah.
- te tengo un chisme — dice Leslie soltando su mochila en el suelo
- tan temprano
- claro, debemos mantenernos siempre informados ante cualquier situación
- hola ¿de qué hablan? — entra Anara poniendo su mochila en el suelo también
- bueno, le decía a Isaac que traía un chisme
- ¡tan temprano!
- fue lo mismo que dije
- sí, durante estas mini vacaciones pasaron muchas cosas
- pero bueno ya no la hagas de emoción y dinos
- si tan solo me dejan terminar
- okay okay, habla — le dice Anara; es mejor poner atención a un chisme que a la clase en donde seguramente me voy aburrir.

Por fin un momento de paz para mi cabeza, escuchar al maestro es tan aburrido no me interesa conocer el pasado, estoy mejor conociendo el presente que vivo día a día.
- ¡hey!
- oh, hola — le digo a Samuel mientras le sonrío
- ¿qué tal la clase?
- aburrida, ¿y la tuya?
- algo interesante por así decirlo
- eso es bueno por el día de hoy
- ¿vamos a comprar?
- ¡claro que sí!
La mejor parte del día en la secundaria es cuando es receso, es como una parte que jamás debe faltar en nuestras vidas adolescentes, eso creo yo.
- oye Samuel, ¿te puedo hacer una pregunta?
- claro — responde confiado
- ¿por qué no tienes novia? digo eres muy guapo y atractivo — se queda en silencio por un momento
- bueno... básicamente no hay alguien que me llame la atención o yo esté desesperado por tener novia ahora, quiero vivir esta etapa con mis amigos y más contigo — dice con alegría y una sonrisa
- vaya, eso fue muy lindo; entonces no tengas por favor — le digo con una gran sonrisa
- primero me cortó un huevo
- ¡ya dijiste! — ahora puedo quitarme el peso de saber porqué no quería tener, por ahora.
- ¡¡¡hola!!!
- ¡hola! — responden todos
- ¡fueron a comprar helado y no me dijeron! — dice Anara con tono molesta sarcástica
- pero si viste que íbamos hacia allá nos hubieses alcanzado — le dice Samuel
- sí, en eso tienes razón, pero correr me cansa — se ríe
Anara fue la primera persona en saber mi orientación, ella es realmente encantadora y pensar que en un principio me caí mal solo por ser callada, soy muy raro en ocasiones.
- podemos ir de nuevo si quieres — le digo
- y si van ustedes dos, tengo flojera de ir, ¿sí? por favor — nos dice con cara adorable
- esta bien, iremos nosotros
- ¡¡ay los amo!!
- si si si, mucho amor
- es real mi amor okay chicos — ella realmente sabe manipular a las personas con una simple mirada, es increíble
- esos dos deberían ser pareja — le dice a Lesli
- pero es su mejor amigo, además a Isaac no le gusta, ¡estas mal!
- no lo estoy, verás que esos dos terminaran enamorándose, yo lo sé
- ay anara — dice suspirando mientras voltea la cara.
Hoy el día fue increíble, primer día y todo fue bien para ser sincero
- ¡hey amiguito, ¿que tal? — le digo a mi gato mientras lo acaricio. Mi gato es uno de mis mejores amigos, es todo lo que necesito para estar bien conmigo no puedo pensar ni siquiera cuando me haga falta, espero jamás me falte. Por hoy solo quiero dormir un rato, despertar y hacer tarea tal vez, esperar a mi mamá que llegue de su trabajo e irnos a cenar alguna cenaduria, es todo lo de hoy, simplemente mágico.

contigo quiero estar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora