Es el primer día de instituto, Anabel se acerca a la lista que hay junto a la puerta para ver que clase le a tocado, 2°B, mira detenidamente los nombres de las personas que estarán este año en su clase, ella no conoce a nadie, se mudó en verano a Madrid porque su madre encontró trabajo allí y aunque le costara abandonar a sus pocos amigos y a gran parte de su familia, lo aceptó. Ya se ha memorizado todos los nombres de la lista, hay una cantidad más alta de chicos que de chicas, teme que se quede sola este año, como todos los anteriores, es una chica callada, y no le suele caer a la gente, según dicen, es muy rara, pero ella prefiere intercambiar la palabra “Rara” por diferente.
Está todo el patio lleno de personas en filas, más o menos rectas.
De repente se acerca una señora bajita, rubia de bote, con ojos marrones claros, gritando:
-¡Atención!, las personas que estén apuntadas en 2°B que se vengan conmigo.
Todos se quedan en silencio al escuchar aquella voz tan aguda, y forman van formando una fila detrás de ella.
-Aquí voy. -suspira Anabel, poniéndose una de las últimas en la fila.
La señora entra en una clase bastante amplia, donde están las mesas en fila, 6 exactamente, la mesa del profesor o profesora en la parte delantera de la clase, y una pizarra blanca. Los chicos y chicas también entran en clase seguida de esta.
-Chicos, soy vuestra tutora y profesora de sociales, me llamo María, sentaros por ahora donde queráis, ya me encargaré yo de cambiaros a lo largo del curso. Hoy solo estaréis 2 horas como bien sabéis, iréis conociendo a todos vuestros profesores, cada 15 minutos vendrá uno para que lo conozcáis le digáis vuestro nombre y demás, bueno, yo soy una profesora nueva, así que por favor, decidme vuestros nombres.-dice la profesora señalando hacia la primera fila.
Todos van diciendo su nombre en orden del sitio en el que están. Son 30 personas en clase y Anabel se ha sentado en una esquina al lado de una chica que se llama Isabel, le parece gracioso esto, ya que su nombre rima con el suyo y todos ríen cuando escuchan los dos nombres juntos.
Ya han terminado de decirle todos los nombres a María. Ella, se ha dedicado otros 5 minutos a intentar recordar los nombres, por lo que han visto sus alumnos, se le da bastante mal.
Ya han pasado 15 minutos, por lo cual vendrá otro profesor, luego otro y luego otro, hasta que se va el último y todos salen del instituto para irse a sus casas.
Los alumnos de la clase se quedan un momento fuera del instituto para hablar , conocerse, darse sus números y demás , Anabel está muy nerviosa, no sabe si le caerá bien a todos. La verdad es que no ha podido evitar fijarse en Adrián, es un chico alto, rubio, con ojos azules, es inglés pero domina muy bien el español.
Por ahora le han caído bastante bien Isabel y Coral, son dos chicas más o menos de su altura, de pelo castaño, ojos marrones y muy delgadas, le tiene un poco de envidia ya que a ella, no le gusta su cuerpo, se ve gorda, eso le ha traído ciertos problemas en el colegio y por esa misma razón apenas come.
Ya son las 15:15 de la tarde, y todos se van después de haber hablado.
Cuando llega a casa su madre le hace como un pequeño interrogatorio, hasta que llega a la pregunta intimidante:
-Y bueno... ¿Algún chico que te guste?
-¡Todavía es pronto dejate de chorradas!-Dice Anabel sonrojándose y al mismo tiempo alejándose.
De repente un sonido atrae su distracción, es su teléfono móvil, pone la contraseña y mira el whatsApp, donde puede leer esto:
Hola Anabel, soy Adrián, como eres nueva me gustaría quedar contigo para conocerte más, pienso que seremos buenos amigos. ¿Te apetece quedar en 30 minutos en el centro? Espero tu respuesta.
