RECUERDO

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   Mi memoria está confusa. Es poco lo que recuerdo de ese día, pero aun así sigue siendo doloroso. Aquellas memorias rezuman en mi cabeza una y otra vez.

   Todo estaba en llamas. El olor de la sangre se mezclaba con el humo que cubría toda la estancia. No sabía que hacer o a donde ir, solo sabía que no podía dejarle allí. Mis manos y mi ropa estaban manchadas de su sangre, no me importaba, seguía acunándole entre mis brazos. Él luchaba por seguir respirando, pero ambos sabíamos que era el final.

   -Vete -dijo casi en un susurro- sálvate tú.

   -No puedo dejarte aquí -intenté contener mis lágrimas- No puedo perderte a ti también.

   -Ya no puedes hacer nada por mí -tosió, y un hilo de sangre salió de su boca- No puedo dejar que mueras por mi culpa.

   Apreté fuertemente su mano, la puerta que me conduciría a la salida estaba a unos pocos metros de mí, pero simplemente no podía abandonarle. El humo quemaba mis pulmones y las lágrimas a penas me dejaban ver.

   -Lo siento, no pude cumplir mi promesa -dijo.

   -No te preocupes por eso, saldrás de esta, la ayuda está de camino.

   -Ya no me quedan fuerzas, quiero que salgas y te salves -dijo débilmente-. Te quiero -esas fueron sus últimas palabras antes de que su cuerpo se quedará frío y sus ojos perdieran su brillo.

   Aquel fue el último momento que compartí con él. Ese suceso cambio mi vida, ya no volví a ser la misma chica alegre que solía ser, la que soñaba con ser la mejor detective de todos, la que se preocupaba por cosas mundanas. Ya no. Sólo pensaba en perseguir a los causantes de su muerte, en atraparlos y hacerles pagar por lo que habían hecho. 

Violet HolmesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora