𝗔𝗡𝗜𝗠𝗔𝗟𝗦 || 𝗣𝗥𝗜𝗩𝗔𝗧𝗧𝗘𝗥𝗦 𝗩𝗢𝗟𝗞𝗔𝗖𝗜𝗢 🔞

〖 ♨️ 𝑪𝑨𝑳𝑳 𝑶𝑼𝑻 𝑴𝒀 𝑵𝑨𝑴𝑬 ♨️ 〗

Los agentes de ambas instituciones corrian de un lado a otro, desesperados y con la misión de no hacer mayor a el caluroso problema a sus espaldas.

Fácilmente podían ser las 5 de la mañana y de alguna manera, un incendio había causado desorden y pánico en las calles de Los Santos. La LSPD se encontraba ahí junto a el cartel de bomberos de la ciudad, y mientras que estos se encargaban de apagar las terroríficas llamas que salían de el edificio, la policía apartaba a la gente que los bomberos sacaban de la construcción para dejarlas en un lugar seguro en lo que los EMS acudían a el lugar de la catástrofe.

Entre la cantidad de agentes que arriesgaba su vida esa noche, se encontraba el Comandante General Horacio Perez, el cual dirigía a diestra y siniestra todo el equipo anti-incendios que esa noche estaba trabajando. Al verlo todos podían concluir que su cargo le quedaba de maravilla, incluso a veces él mismo decía haber nacido para ese trabajo. Por otro lado, y con una historia un poco mas trágica, se encontraba el Comisario Jefe de la LSPD Viktor Volkov, el ruso tampoco se quedaba atrás, dirigía a sus agentes con mano dura con tal de mantener a los afectados de el incendio seguros.

Lo que casi nadie sabía sobre los dos altos cargos de la ciudad, era que ninguno de los dos pudo evitar caer enamorado de el contrario luego de unos días de haberse conocido. Una persecución que terminó en explosión los reunió por primera vez y, apartar de ese momento, ninguno se pudo separar de el contrario ni un instante.

Esta nueva relación que ambos llevaban también habia generado un terrible miedo en sus corazones, ya que ambos corrian peligro mortal constante gracias a sus trabajos, y a veces era difícil concentrarse en el trabajo cuando uno de los dos podía estar muriendo, pero se ponía peor cuando estaban trabajando juntos.

Viktor dejo unos segundos lo que estaba haciendo para ir a cubrir con una manta a una mujer que el de cresta gris había escoltado fuera de el edificio.

–¿Se encuentra bien?

–Tiene un esguince en el pie, tienes que- –El comandante le iba a ordenar algo a su pareja pero al instante una señora un poco mayor se acerco corriendo a ambos.

–¡Mi hija! ¡Mi hija agentes por favor!–Gritaba desconsolada, al instante fue retenida por uno de los agentes de Volkov.

–¿Que sucede con su hija?–Preguntó el moreno.

–¡E-esta a-adentro todavía, en la-la recepción!–El de cresta cubierta por un casco se dio la vuelta para mirar hacia el lugar, las llamas parecian haber disminuido un poco gracias a que el agua de la manguera comenzaba a hacer efecto, pero eso era en la parte superior de el edificio.

–Horacio no, se esta cayendo a pedazos. Ni pienses en- –El ruso intento detener los pensamientos de el Francés, a pesar de saber que eso era imposible y que nunca podía parar su pareja.

–Dejalas en un lugar seguro con los demás–Le dedicó una última mirada a los ojos azules que le miraban con frustración para luego salir corriendo a el lugar.

–¡Horacio!

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El comisario entró a pasos rápidos y largos a el cuartel de bomberos, ya había estado allí unas cuantas veces así que sabia a donde tenía que ir. Luego de que Perez logró sacar a la niña de las llamas cada uno se fue por su lado y no pudieron verse otra vez, por eso era que ahora vagaba por los vacíos pasillos de la estación de bomberos en busca de su novio.