𝗔𝗡𝗜𝗠𝗔𝗟𝗦 || 𝗣𝗥𝗜𝗩𝗔𝗧𝗧𝗘𝗥𝗦 𝗩𝗢𝗟𝗞𝗔𝗖𝗜𝗢 🔞

-',♤-向 •𝐏𝐎𝐊𝐄𝐑 𝐌𝐀𝐒𝐊•

No habia muchos lugares libres en esa ciudad de falsas caras y personas, muchos escapaban luego de años de trabajos en el mundo oscuro que gobernaba en esa ciudad, otros morían sin poder ser quienes eran en realidad, y otros simplemente se adaptaban a ese rincón del mundo lleno de droga, secuestros, armas y organizaciones.

Pero a pesar de ya ser apodada "La Ciudad de los Secretos" siempre había algo que nadie puede ver, un lugar que no existe hasta que logras entrar y sumergirte en lo que se podía considerar un espacio perdido pero seguro para personas con deseos fuera de lo correspondiente a actor criminales, gente que solo quería librarse de los problemas por solo unas horas o incluso una noche entera.

El lugar estaba abierto a todo el mundo, pero si no sabias en donde estaba, no sabias que existía, solo las personas con sueños de libertad son las afortunadas de saber la existencia de este lugar creado por Viktor Volkov hace unos años.

La única regla. No mostrar el rostro

ℭ🥢ℑ

Todo mundo cumplía con la regla del lugar, justo cuando el reloj marcó las doce, como si de un cuento de hadas se tratara miles de personas comenzaron a llegar al amplio jardín cubierto por el antiguo techo de un galpón militar, aún habian algunos restos de vehículos utilizados por policías que ya se habian extinto en esas tierras, algunos camiones blindados con ruedas pinchadas y sin gasolina, tanques con enredaderas rodeabdolos como un regalo, etc. Al lugar también se le había agregado algunas mesas en la zona mejor cubierta, por si alguien gustaba descansar luego de tanto bailar y celebrar otro día más en el infierno de fuera.

Vestuarios únicos y exclusivos eran los que se podían apreciar en ese lugar, algunos simples, otros extravagantes, e incluso algunos parecian salidos de otro mundo, pero todos tenian en común la elegancia con la que fueron hechos, los antifaces y mascaras tampoco que quedaban atrás.

Cada semana, Volkov se pasaba por el lugar "seguro" que habia creado, le gustaba ver como las personas se liberaban detrás de una máscara. En su caso, su máscara no llegaba a cubrir toda su cara ya que dejaba libre casi toda su boca, rodeando sus ojos y la zona por encima de su nariz de negro y resaltando el borde de los agujeros que le permitían ver con dorado, era algo simple y no muy llamativo, justo lo necesario para poder pasar desapercibido por su propio club privado, pero tampoco le salía del todo como lo planeado ya que el traje blanco con un diseño minimalista de cuadros era uno de los más sobresalientes en el lugar.

Al solamente aparecer en el club una vez a la semana, trataba siempre de coincidir con uno de sus clientes favoritos, ya que sabia que con una sola conversación con ese hombre la sensación de libertad y calidez perduraba incluso después de que las luces de fiesta se apagaran y el jardín privado cerrara, no sabía por que y tampoco le interesaba saber la razón por la cual eso sucedía, él era de los únicos en ese lugar que sabían probar la libertad cada noche y saborearla como si fuera la primera vez.

No tardo en visualizar a su presa luego de unos minutos, después de todo, era de los que optaban por un vestuario salido elegantemente de una historia de fantasía, llevando esa noche un traje completamente negro con una camisa blanca debajo, y con el fino detalle de un bordado rojo saliendo de los bordes del traje y deslizándose hacia abajo por sus dos brazos, terminando por salir desde sus mangas como flecos de un hilo fino y delicado, podia incluso parecer sangre si se veía a una distancia lejana. También su antifaz no se quedaba atrás, blanco cual porcelana y con un dibujo de un as de espadas del juego de cartas poker dibujado en rojo debajo de su ojo derecho. Elegante e incluso más llamativo que cualquiera en ese lugar.