Los Chicos del Edificio Florentino

Alejado

Samuel Éloigné vive en el tercer piso, en el departamento A3, del edificio Florentino. Había otro apartamento más cómodo cuando se mudó: el del cuarto y último piso, que contaba con dos baños y tres cuartos, pero él decidió quedarse en el A3 cuando la pareja religiosa que vive al frente, en el B3, le dijo que se iría al Infierno por ser homosexual.

Samuel Éloigné parece un ángel y se llama como uno. Tiene los bellos ojos azules de su madre, y las raíces del cabello tan negras que brillan de gris oscuro. Antes, hace cinco meses, se había dejado el pelo rubio y había empezado a usar lentillas verdes. No quería parecerse a los padres que lo rechazaban, pero eventualmente aceptó que no ganaba nada avergonzándose.

Hay una chica que lo llama "Ángel Lucifer", porque tiene una sonrisa que, sazonada con el brillo de sus ojos, puede invitarte a explorar el Paraíso o el Averno, cual de los dos prefieras. Pero Samuel prefiere las sonrisas tímidas porque él es tímido. Generalmente.

El apartamento A3 es, lo que él llama, una cueva de creatividad. Escucha la música desde los altavoces de la sala y dibuja en su habitación. Sale a fumar a las seis y media de la mañana porque el vecino, el señor Falcón, sale a trabajar a esa hora, y su esposa sale a despedirlo; ellos dicen que fumar es del Diablo. El señor Falcón lo insulta, pero también lo mira. Samuel sabe que es atractivo, y que ese hombre también lo sabe. Pero le da lástima su esposa, una demacrada ama de casa.

Samuel Éloigné se lleva bien con la vecina de arriba, Nyx Nacht, quien suele dibujar en la mano de Samuel una doble N cada vez que charlan. A ella también le dicen los religiosos que se va a ir al Infierno. Nyx le cae bien porque es como él, pero a la vez es diferente. Nyx suele mirar al cielo como si buscara algo, posiblemente el avión en el que venía desde España el amor de su vida: un chico que tenía el firmamento en los labios; pero nunca va a encontrar nada, porque el avión se perdió en el Atlántico hacían ya tres años.

Nyx le sonríe a Samuel cuando él la llama por su nombre. Nyx no se llama Nyx; aunque él no sabe como se llama en verdad. Pero Samuel tampoco se apellida Éloigné, y Nyx lo sabe. Ella habla francés, traduce siempre el apellido de Samuel: Alejado. Samuel Alejado, Samuel el Alejado. Samuel, el que se alejó.

Nyx tiene un gato negro que suele ir en las tardes a casa de Samuel. Ambos lo quieren, le pusieron Nysa. Es arisco, pero no hace más que gruñir.

Samuel, del A3; Nyx, del A4; Nysa, del A3 y 4.