Traidor.

Capitulo 1.

Era de noche, bastante de hecho.
Chile se encontraba en el frío totalmente confundido sin poder entender nada.
¿Quién era aquel alto y elegante hombre de lentes? El menor podía lograr ver entre sus amarillas manos unos papeles.
De cualquier manera, seguía muy asustado; ¿Acaso alguien vino a adoptarlo?

Solo era un niño de cinco años, sin ninguna inteligencia en si.
Pero, aquel hombre alto sonaba amable; como si realmente deseara tenerlo en sus brazos.

Chile estaba aún más confundido, pero no quería perder las esperanzas de poder ser adoptado y tener al fin unos padres a quienes amar y respetar para toda su vida.

¿Toda su corta vida..?

— Hey, Chile. — Llamó Alemania, acercándose hacía el menor para así agacharse y quedar a la estatura del pequeño. Una mano cálida y simpática pasó por la cara de Chile, sintiendo un alivio y una gran felicidad. — ¿Estás listo para irte de aquí? Tus cosas están en mi auto, así podemos simplemente irnos a tu nueva e increíble casa.

— Mm.. — Chile aún no podía encontrarle la confianza suficiente como para irse, pero de un movimiento rápido del mayor; sintió como era alzada con mucho cuidado. —

— Comprendo que temas de tu nueva vida, Chile, pero mira el lado positivo; vivirás mucho mejor que en el orfanato.. — Viéndo perfectamente de su desconfianza a través de esos profundos ojos rojos como la sangre, pensaría en que hacer para que este pudiera convencerlo. — Ya sé, ¿Que te parece si hacemos una promesa?

El niño asiente con la cabeza, sin decir mucho al respecto hasta que al fin logra decir lo siguiente;

— ¿M-me puede.. Pr-prometer.. — sintiendo vergüenza de su falta de comunicación, escucharía como Alemania reía por su tierno tartamudeo; avergonzadolo aún más y quitándole todas las ganas de querer hablar una vez más. —

— Nono, venga, ibas bastante bien. Sin miedo Chile.

— ¿M-me puede pro-prometer nunca.. Dejarme solo..?

De repente, Alemania lo mira con una simple sonrisa, y acercando sus labios a la mejilla del niño, besaria de este con mucha delicadeza.

— Lo prometo..

Prometo nunca dejarte solo.