Sexo

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 La cama rechinaba con cada embestida que recibía. El aire caliente y espeso lo sofocaba por ratos y a sus oídos llegaban los constantes jadeos y gruñidos de su novio, quien se encontraba detrás de él, sujetándolo fuertemente de la cadera mientras que con la otra mano jalaba sus cabellos, para follarlo con fuerza.

 Sus ojos escocían por las lágrimas queamenazaban con salir, se sentía usado y poco amado. Aquella noche no deseabatener relaciones, pero para no iniciar una nueva discusión decidió aceptar lascaricias y bruscos besos que su chico regaba por todo su cuerpo, y que ahora lotenían ahí, con la cabeza hundida entre las almohadas esperando que acabararápido para poder dormir, o al menos intentarlo.

Heridas ~Park Jimin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora