Así no

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Salgo del colegio y me voy andando a mi casa, menos mal que vivo cerca porque tengo muchísima hambre. Cuando estoy llegando a mi casa, me fijo en la acera de enfrente y ahí está, la nueva va sola en la misma direccion que yo, ¿Dónde vivirá? ¿Y si cruzo y la saludo? No, mejor no, demasiado acoso por un día, igual la asusto y todo...
Llego a mi portal sin quitarle el ojo de encima a la nueva, mientras saco las llaves veo como desde la acera de enfrente la nueva sigue adelante muy convencida y de repente, se para en seco, se da la vuelta, mira hacía donde estoy yo fijamente y empieza a correr hasta donde yo estoy, pero ¿esto qué es? ¿es una broma verdad? ¿vendrá para hablarme? No entiendo nada. Con la emoción del momento se me olvidaba sacar las llaves, resulta que estaba quieto como un pasmarote mirándola fijamente, si señor, esa es la actitud. Se estaba acercando, y para en seco justo enfrente mía.

-Hola- nada más y nada menos, ella había venido corriendo hacia mí, y yo le digo hola... H-O-L-A, ¿Pero qué mierda me pasa? Así no...

Y la cosa empeora, resulta que ella ni siquiera se había fijado en mi...

-Ah hola, no te había visto ¿Vas a mi clase verdad?

Joder joder joder

-Emm sí, estoy en tu clase...

No entiendo nada, ¿cómo que no me ha visto? ¡Si venia corriendo hacia mi!
Y de pronto, la respuesta a mis preguntas, saca unas llaves del bolsillo de la mochila y abre la puerta de mi portal ¿es coña no? Me mira y me dice:

-¿Pasas?- me pone una sonrisa pillina y paso detrás de ella. Esto es muy fuerte.

-¿Vienes a ver a alguien?- Le pregunto, igual algún familir suyo vive aquí, la señora del tercero pordría ser su abuela.

-Vivo aquí...- Llama al ascensor y cuando este llega pasa muy convencida, le sujero la puerta como un caballero y paso yo detrás.

-¿Qué piso señorita?- le digo muy serio, ella empieza a reir.

-El siete por favor- Me dice aparentando seriedad e importancia, es genial. Pero espera, acaba de decir siete ¿verdad? Pero si el siete es mi piso, y el de enfrente está vacio hace años, no entiendo nada.
Ella parece darse cuenta de mi confusión porque dice:

-Mi familia y yo nos acabamos de mudar, a mi padre le han trasladado aquí.

Perfecto, la tenía de vecina, esto es de broma. Llegamos al séptimo piso y la dejo bajar primero, nos despedimos con una sonrisa y un "hasta mañana" y me dispongo a abrir la puerta con mis llaves, mientras ella llama al timbre y espera a que le abran. Abro la puerta y ella se da la vuelta para dedicarme una sonrisa, cuando empieza la catastrofe, mi madre empieza con uno de sus ataques de histeria hacia mi persona:

- ¡¡¡JAAAAAAKE!!! Menos mal que has llegado ya, ¿Qué significa el desorden terrible de tu cuarto? ¿Cuántasveces te he dicho que parece que vives en una pocilga? Arreglalo o no comes...

No puede ser, voy a matarla, la nueva esta llorando de risa, mato a mi madre, pero eso no es lo peor...

-¡Y por no hablar del baño! ¿Los calzoncillos en el suelo y la tapa del vater levantada? ¿De verdad? ¿Es qué los castigos a ti no te sirven de nada?

Esto es demasiado para mi orgullo varonil, la nueva no para de reirse y yo entro en casa de un portazo, así no...

Es diferenteWhere stories live. Discover now