Xiao Zhan tiene una ligera sospecha de que Yibo le es infiel. Estos chicos solo buscan amor, un amor de adolescentes. . .
✨ Adaptaciones únicamente de mi propia autoría, encontradas en este mismo perfil (yun_jeonk).
⇨ Yizha...
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Desconfianza...
— HaoXuan, ¿Cómo podrás hacer eso? — JiYang estaba furiosos al saber que su novio había aceptado el juego de Wang Yi Bo — Claro, me e dado cuenta que el apellido Wang representa lo estúpidos que son todos — JiYang estaba decepcionado.
Xiao era su hermano, siempre lo quiso, sus padres siempre dijeron que aunque el fuera de diferente apellido no significaba que tenía que hacerlo de menos; al contrario, Xiao siempre se preocupo por Song, y eso era algo que no con un simple gracias se olvida.
Ahora Song quería cuidar de Xiao, y si eso significa terminar con su novio por el bien de su hermano lo hará. Porque primero es su hermano y después los demás.
— Dime que no me eres infiel — JiYang dijo confuso.
— Creí que aceptaste el juego de Yibo con tal de su silencio, es por eso que lo creo, la desconfianza incrementa Wang Hao Xuan — El menor estaba llorando, ¿Qué otra cosa podía creer se su novio después de que jugaba con Wang Yi Bo?.
— JiYang, acepte porque no quiero que Zhan se sienta mal, sabes lo que haría si se entera, puedes llegar a matarlo —.
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Las 08:58pm. Claro, ahí estaba la puntualidad de Wang.
Xiao estaba esperando a Yibo desde hace unas horas, su aniversario era algo que siempre festejaban, y Yibo siempre era el primero en recordarlo, pero ese día algo pasaba.
Sentado en aquella fría silla frente a un plato de comida, velas encendidas y unas copas vacías, Zhan esperaba a Yibo, aún a pesar de la hora. Justificaba que tal vez tuvo mucho trabajo o algo así, pero cada vez esas justificaciones se acaban, no era la primera noche que llegaba tarde.
Las 12:23am. Claro, lo olvido, ni si quiera una llamada o mensaje, no había rastro alguno de Yibo, y eso desánimo a Zhan. Toda la tarde después de que su hermano se fue, comenzó a hacer la comida favorita de su novio, con su dinero ahorrado compro el vino favorito del mayor, y Xiao se esmeró en aquella noche, hasta se había puesto la loción que a Yibo ponía mal.
