Capítulo 6

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Pov: ______

Eran las dos de la madrugada pasadas, y estábamos terminando de ver la tercer película; La monja.

- O sea, al final el pobre chico tuvo que ser exorcisado. - Habló Kirishima sin despegar la mirada de la pantalla.

- Sep. - Respondió Bakugo estirando sus brazos.

Lo miré y este parecía cansado, pero desde que supo que ganó la estúpida sonrisa de su rostro no se iba.

Y la verdad sí tenía bastante miedo, por alguna tonta razón.

Miré hacia un lado, Sero junto con Denki y Mina soltaban leves ronquidos, estaba uno encima del otro, era chistoso.

En algún momento de la película mi amiga pelirosa se pasó al lado de ambos chicos para dejar de sentir miedo.

- ______ no es por miedo pero, hoy dormiré aquí. - Dijo el pelirrojo, claramente también tenía miedo.

- Lo mismo que él fea. Tendré que quedarme para que no mueras del miedo. - Decía con tono presumido.

- Que engreído eres Bakugo, también tienes miedo por eso te quedas. - Me miró mal y soltó un bostezo.

- Como sea, tengo sueño es muy tarde. - Dijo dándome la espalda y tomando la parte de su cobija.

Suspiré y me levanté a recoger las bolsas de frituras, guardar los CDs y apagar todo.

Tenía muchas ganas de ir al baño, pero eso significaba bajar hasta el primer piso sola.

Y claramente no iría sola.

Moví suavemente a Bakugo.

- ¿Que quieres? - Apenas sonaba entendible tenía toda su cara metida en la almohada.

- Acompáñame al baño, si tengo miedo. - Estaba sonrojada, odiaba admitir y perder.

- Solo por eso y porque yo también quiero. - En su mirada se notaba lo mucho que disfrutaba ganarme.

Ambos salimos con cuidado de
despertar a nuestos amigos y fuimos hasta el ascensor.

Sin decir palabra alguna entramos a nuestro respectivo baño.

Entre a un baño y me senté a vaciarme.

Todo iba genial hasta que un quejido lejano retumbó en todo el silencioso ambiente.

Me subí mi short rápidamente, jalé la palanca y en una carrera lavé mis manos.

De fijo era una mala broma por parte de Bakugo.

Si eso debía de ser.

Tenía el corazón latiendome con fuerza.

Salí del baño y me encontré al cenizo afuera de mi puerta.

- ¿Acaso te crees graciosa haciendo que asustas a éstas horas? - Regañó Bakugo, pero aún así se le veía nervioso.

- No fui yo creía que habías sido tú. - Respondí con bastante susto.

Ambos se quedaron mirando y el quejido volvió a sonar lejos.

- Bakugo... - Mis manos estaban empezando a temblar.

- Mierda, yo también lo oí. - Dijo y el quejido sonó nuevamente.

Era un sonido lastimero muy lejano, cuando las palabras de la mujer de la película vinieron a mi mente.

"Entre más lejos, más cerca está"

Mierda, mierda, mierda.

Una futura heroína temblando por un quejido lejano.

Mi dulce explosivo - Bakugo y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora