No debo llorar

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-¿Estas listo mi Zayn?- preguntó mi tío sonriendo macabramente.
¿Que?, ¿listo para que?, no entendía nada de lo que estaba pasando y la risa de mi tío comenzaba a asustarme. Pude notar como Rod, sudando frío apretaba mas fuerte los puños, me daba a entender que el comprendía perfectamente la situación. Sus acciones no me daban buena espina, mas bien lograron aumentar mis nervios y la intriga de que es lo que me estaba esperando tras esa puerta.

-mi pequeño sobrino- dijo con un tono burlón, como si se aguantara la risa- esta es, tu cálida bienvenida a la correccional Ernestforest ¿están listos muchachos?- al decir eso, todos respondieron afirmativamente y mi tío sacó unas cadenas y un pedazo de tela. En aquel momento todos me tomaron de mis brazos y piernas, como si quisieran evitar que me escapara, incluso clavaron sus unas en mi dejando marcas rojas en mi.

Ya atrapado, fui arrastrado dentro de la habitación, la cual no tenía piso y tenía en medio un poste de madera donde mis compañeros me arrastraron. mi tío ató mis manos con las cadenas e introdujo el pedazo de tela en mi boca, imposibilitando el moverme o hablar, aun así luchaba con desesperación, y quien no lo haría?, si el miedo me consumía y mis nervios aumentaban a una desesperación. Aquella escena solo pude ver en mis pesadillas, los chicos mirándome de manera diabólica con una perturbadora sonrisa de satisfacción y deseo, sin embargo todo era real.

Mi tío dio una especie de señal - bien muchachos, les permitiré hacerles lo que gusten, me sentaré en esta silla a observar, al final habrá una pequeña sorpresa- al decir eso, un chico de cabellera negra e iris azul se acercó a mi y me tomó de la barbilla, alzándola y forzando me a ver su afilado rostro, apretó mi cuello con una mano y con la otra tomó una rama de árbol y habló.
- parece que seré el primero en servirme, hum?, ¡no llores maricon!, aun no empiezo a divertirme- justo al terminar de decir aquellas palabras, golpeó fuerte mi rostro con la pequeña rama y pasó a patearme la cara repetidas veces.

Al terminar de golpearme violentamente, pude notar como un cálido liquido salía de mi boca con un curioso sabor, no había duda, pateó me cara hasta hacerme sangrar...

-Hey!, no te lo quedes para ti solo- un chico con sobrepeso y de cabello castaño empujó al otro y razonablemente se molestó, por lo que comenzaron a pelear. Al final el cerdo ganó por ser mas grande y paso a tomarme bruscamente del cabello, sus enormes y grasosas manos cubrían gran parte de el. En su mano sostenía un objeto que había visto en películas, era como un látigo, pero mas pequeño.
Con aquel pequeño objeto de tortura, el niño comenzó a golpear mis piernas, un agudo dolor cubrió la zona- Aaah- grité cuando golpeó mi miembro masculino con el objeto, la ropa no cubría de los golpes de eso. Azotó mis piernas hasta hacerlas sangrar, pude sentirlo perfectamente. Miré de reojo a todos y noté que Rod se miraba desesperado, ¿por que el no me hacia daño?, realmente no quería desquitarse conmigo?. El dolor invadía mi cuerpo, azote tras azote, quemándolo lentamente, solo podía rogar desesperado que acabase de una vez, mi sangre mojaba el suelo, lo que me ponía nervioso principalmente. Ya cansado, el chico se retiró mientras un grupo se acercó velozmente a mi.

El grupo levanto burlándose de mi miseria y debilidad mi camisa hasta retirarla casi por completo, mis manos estaban atadas. Azotaron y golpearon mi espalda con diversos objetos hasta quedar roja y cubierta de mi propia sangre, sentía un poderoso ardor como fuego en ella. Los otros, en grupo vertieron acido en ella- ¡Aaaahgg! - mis gritos de dolor y angustia se escucharon por todo el lugar, acompañado por el sonido de las cadenas que sonaban cuando yo me retorcía de dolor.

Azote tras azote, un grito emanaba de mi, y comencé a sentir como el liquido consumía lentamente mi piel. Esa fue la peor sensación que he sentido en mi vida, una combinación que haría llorar hasta el mas resistente, sin embargo, yo no lo hice, no podía dejar me me mirasen de una manera tan humillante, ni mientras viva.

Correccional ErnestforestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora