⚠️ Lenguaje explícito, dirty talk, azotes, relaciones sexuales duras, denigración y humillación. Drogas y Alcohol Playlist en mi tablero. . . . "¿Ves a alguien que no sea yo? Bebé, por favor Voy a tomar un golpe de lo que sea que tengas" "Tal vez dos, tal vez tres Oh eres fenomenal, siento como un dominó, cae de rodillas" "Soy una enfermedad, tú eres mi galaxia, mi dulce alivio"
—K.Flay
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Otra fresca noche de un alocado sábado en las grandes calles de Seúl, la brisa era tan fuerte que alborotaba los papeles en las calles y la llovizna caía de picada entrando en contacto con el pavimento.
La madrugada de esa noche albergaba en una esquina, a grandes cantidades de gente en aquel famosos bar llamado "Sex and Drugs" donde el libertinaje, sexo y alcohol eran los protagonistas y centro del espectáculo en todos y cada uno de ellos.
Mientras otros dormían para llegar a sus trabajos al día siguiente, los pecadores de la noche se divertían en aquel bar tan famoso y reconocido por todos. Era al lugar de los diablos, aventuras de una noche, para sólo saciarse de sexo y drogas.
Era el centro de las muchas fantasías y fetiches.
Un lugar donde podías hacer cosas ilegales y nadie podría decirte absolutamente nada, él dueño era por decirlo así alguien intocable y respetado por todos e incluso el presidente.
Se dice que ellos dos, son tan amigos que van a los cumpleaños de sus hijos y se reúnen en familia los fines de semana a hacer una barbacoa con sus esposas entre risas y miradas disimiladas entre ellos. Dando pistas de que detrás de toda esa fachada se engañan.
El mundo está podrido, demasiado diría yo.
Los engaños entres los cónyuges, los robos, asesinatos, violaciones, demasiado bueno para ser verdad. Dejándose ahogar por lo malo, doblegándose ante la tentación de lo prohibido y eso era lo más excitante.
Por que siempre lo prohibido era la puta gloria para todos, el pecado se saborea como un postre.
Las luces neón estallaban junto a la retumbante música que vibrará las paredes de la intensidad de esta. El ambiente apestaba a alcohol junto al característico olor a sexo bajo a las colillas de cigarro tiradas por todas partes.
El eco destacaba entre todo, los espejos resaltaban y podían ver todos los ángulos posibles que daba el toque del bar. Por dentro estaban los taburetes altos negros decorados con cuero, en ellos estaban plantados los tubos de metal y conectados con el techo para que hubiera un soporte.
