I'm here

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Habían pasado los años y con alegría podía decir que había avanzado mucho en mi Taijutsu, bueno si y no, mi Taijutsu se había refinado y pude reinventar el puño suave de neji aunque probablemente neji lloraría si me viera usándolo, mi cuerpo se había adaptado al entrenamiento de primer nivel y había logrado llegar a un nivel parecido al de neji cuando naruto regreso a konoha, era un progreso lento pero mi habilidad en Taijutsu se había recuperado, mi instinto se había recuperado sólo necesitaba mejorar mi nivel físico aunque todavía me quedaban las puertas internas en caso de necesitar un aumento de poder.

David me había llamado para ir a un campo de pruebas, al parecer tenía una sorpresa para mí, bueno David parecía más más entusiasmado que yo así que talvez sea uno de sus experimentos raros, había creado innumerables artefactos para mí entrenamiento aunque la verdad prefería entrenar a lo antiguo, nada mejor que entrenar a la vieja usanza, nada mejor que sentir como las gotas caían cuando escalas con media tonelada extra,  realmente podía sentir mi cuerpo trabajando.

Bueno realmente podría sorprenderme su trabajo, talvez eran rodilleras más pesadas o un traje que mejore mi rendimiento, talvez un Spandex verde ultra dinámico con buena ventilación y olor a menta, sería la mentolada bestia verde de la I Island, a hora más aerodinámico.

Había llegado al campo de entrenamiento bastante antes de la hora de llegada, después de todo podría ponerme a entrenar un poco y estar listo para lo que sea.

Al cabo de una hora había llegado David Sheild, el complejo se había cerrado y las cámaras se habían apagado, el protocolo base para lo experimentos que no podían ser registrados, al parecer esto era de una gran importancia, mis sentidos shinobi me alertaron de una gran peligro, algo se acercaba y era increíblemente fuerte, está sensación la había sentido mas una vez, un enemigo poderoso se acercaba.

–Don' t worry, why, Because i'm here–, un hombre gigante grito cuando entro haciendo una pose bastante juvenil, mi ingles era bastante malo pero pude entender lo suficiente para emocionarme, este tipo, su musculatura era como la del raikage, por supuesto había gente con músculos más grandes pero el cuerpo del raikage estaba perfectamente entrenado logrando que cada músculo valiera lo mismo que un músculo cien veces mayor, este hombre era igual, el era mi más nuevo rival, el símbolo de la paz.

–Bueno All Migth llegas un poco tarde viejo amigo, pero me alegro que hayas podido venir–.

–JAJAJAJA DAVID MI VIEJO AMIGO–, el gigante rubio cargo a David en un abrazo de oso.

–Valla sigues igual de enérgico que antes, es un placer verte Toshinori–.

–Viene lo más pronto posible, me dijiste que habías encontrado algo fascinante, supongo que este joven tiene algo que ver, verdad?–.

–Si, verás el es una maravilla, un verdadero genio del combate físico, nunca había visto a alguien tan impresionante, es simplemente magnífico y su poder te sorprenderá–.

–Oh ya veo–, el símbolo de la paz se acerco hacia mi.

–Joven, cuál es tu nombre?–.

–Mi nombre es Maito Gai, me podría decir su nombre?–.

–Oh es cierto, jajajaja, lo siento muchos solo me dicen All Migth y bueno es una costumbre, me puedes llamar Toshinori–.

–Es un placer conocerlo–.

–El placer es mío joven Gai, te gustaría tener un combate conmigo–.

–Yosh, estoy listo–.

–Bien, joven David creo que será una buena idea si te apartas un poco, después de todo esto será un poco intenso–.

David salio corriendo mientras gritaba que esperamos, era bastante graciosos, lentamente me coloque en la pose inicial del Puño fuerte tome aire y me prepare, la mirada del símbolo de la paz se enfureció.

Se sentía feliz, All Migth me había reconocido como una amenaza, el micrófono de la sala se había y la voz de David sonó por la sala.

–bien el combate iniciará cuando cuente hasta tres, a menos que quieran esperar unos minutos a qué mis palomitas estén listas–.

–...

–...

–Solo era una broma–, curiosamente se escuchó el ruido del microondas girando.

–Okey ya empiecen, vamos luchen–.

Curiosamente no nos movimos para nada, levanté una pequeña hoja y la dejé caer, cuando toco el suelo salí disparado.

El símbolo de la juventudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora