El aula se encontraba en silencio, únicamente se escuchaba la voz del docente explicando sobre la historia de Japón mientras escribía una línea de tiempo en la gran pizarra. El sonido de los lápices estampándose contra las hojas de los cuadernos de los estudiantes también se unía en el ambiente
La clase había empezado hace quince minutos, el profesor hizo presencia justamente cuando la noticia sobre la declaración de amor de Utahime hacia Gojo Satoru estaba comenzando a estar en apogeo.
Así que nadie pudo comentar más allá del título acerca de la noticia, una salvada para la pobre Utahime.
Aun así, los ojos de estudiantes curiosos estaban puestos sobre la fémina. Por supuesto que ella los sentía, estaba en el tercer asiento de la fila de en medio, es decir, estaba en el centro del salón. Además, que, la punta rojiza de la nariz junto a sus ojos hinchados no le ayudaba mucho a espantar las miradas y murmullos que salen cuando el profesor les daba la espalda para anotar datos en el pizarrón.
Sukuna también hacía un intento de poner atención al profesor, sólo que, se distraía con facilidad por los gestos corporales de sus incompetentes compañeros de clases hacia la protagonista del chisme, todos ellos mostraban una actitud muy primitiva.
El mayor observaba como un grupo — que estaba en la esquina— de amigos se la pasaban papelitos entre ellos, cuando alguno del grupo abría la nota se tapaba la boca para no soltar una carcajada por el contenido del papel. Los demás también hacían lo mismo.
Claramente hablaban sobre la chica.
— ¿Cuándo dejarán de verla como un bicho raro? — Murmuró Sukuna hacia Yuuji que se encontraba en el asiento derecho al lado de él.
El menor de los hermanos se encontraba jugando con su Nintendo switch en plena explicación del docente, no tenía una pizca de vergüenza admitir que lo hacía siempre en las lecciones de historia del profesor Yaga, más bien, su juego sangriento se combinaba con el sabor del tema impartido.
El aparato estaba "oculto" por un libro puesto de pie abierto en alguna página que no tenía nada que ver con la clase. Obviamente los compañeros detrás de Yuuji sabían que estaban jugando, a veces hasta le decían que combinaciones usar para matar al enemigo.
Todo el mundo se daba cuenta que el menor jugaba en clase, claro, menos el profesor, sino esto sería otra historia donde decomisan el artefacto.
— Pon atención a lo que yo te digo, vago. — El de rubíes lo golpeó en el hombro para que le prestara atención. — ¿Cómo pasarás el examen si no anotas nada?
Yuuji seguía sin prestarle atención, estaba en el nivel final de su divertido juego. La punta de su lengua estaba de fuera, eso demostraba que estaba lo suficientemente concentrado.
— Fushiguro me pasará sus apuntes. — Dijo sin dejar de ver la pantalla del switch, el juego anunció que había conseguido un arma capaz de matar al jefe final. — ¿Verdad, Gumi?
A pesar de que el azabache se encontraba un pupitre delante de Yuuji, su oreja izquierda estaba puesta en la conversación de los hermanos Ryomen-Itadori. No es que fuera intencional tal acto, sino que se volvió costumbre ponerles atención a las palabras del orbes avellana.
Megumi asintió sin decir nada, continuó anotando lo que el profesor escribía en la pizarra. El hermano menor sonrió victorioso por la respuesta de su mejor amigo, en cambio Sukuna hizo una mueca de asco por lo simp que era Fushiguro.
Sí, le gustaba burlarse del ojiazul llamándolo de esa manera, a veces el pelinegro le reclamaba enojado que eso era ser buena persona, no un simp.
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how you get the boy » sukufushi.
FanfictionA Ryomen Sukuna se le ocurrió la idea de la creación de un blog acerca del romanticismo en obras literarias, artísticas y musicales. Sólo que, escribía bajo un seudónimo que ni su hermano y amigos cercanos lo podrían reconocer. Pero, dichos escritos...