I

7 0 0
                                    

JACOB

-¡JODER. JODER, JODER! ¿¡Cuántas veces he de decirte que no dejes tus putas mierdas de pintura en todos lados?!, me tienes harta de todas tus porquerías de pintura, son tan horribles como todas esas personas bohemias que traes a la casa, o tu padres mismos, son una mierda. Todo el tiempo hablando de tus experiencias, tu logros, tus fracasos, tu infancia, ¡TU TODO!. Nunca me preguntan por nada, y tu como si nada.-

Dios que suerte que se reveló, no la aguantaba. Rose cree ser dueña del tiempo y eso mismo es lo que me está sacando en cara. Cabe aclarar que ella misma fue la que se metió en esta relación y ella, la que aparentemente la está terminando.

-¿ Qué estas insinuando?. Pregunté sabiendo que era lo que iba a responder, esto lo hice para sacarla de sus casillas.

-¡ESTOY INSINUANDO QUE TE VAYAS A LA MIERDA, NO PUEDO CREER QUE HAYA MALGASTADO TIEMPO CONTIGO!- Exclamó en tono de telenovela mexicana. Luego abrió la puerta y se march...

-¡OLVIDO MIS PUTAS COSAS! SI TE RIES TE CORTO LA...- demasiada expresividad.

Finalmente tomó sus cosas, enganchó uno de los bolsos con la perilla de la puerta, me miró como si me fuera a reír de que fuera tan bruta, y cerró la puerta de tal manera que casi la vuelve giratoria.

--------------------------------------------------

Pasó una semana desde que Rose se fuera. Desde aquél "incidente" solo me quedé disfrutando del silencio de mi apartamento, el cual era uno pequeño de cuatro habitaciones, el baño, la cocina, sala de estar, que estaba dividida en dos partes, una en la cual estaba la mesa y las sillas y otra en la cual disfrutaba de mi hobby, el dibujo y la pintura. Y por último pero no menos importante, mi habitación, mi parte preferida, no era grande pero en ella pasaba casi todo el día, ya sea mirando la televisión, gozando de la música, gozando de la música fumando un cigarro, em ¿pensando?. Bueno la verdad es que no hacía mucho, pero hacía lo que más disfrutaba.

Bueno hice demasiado énfasis en el apartamento, pero vuelvo a lo principal. Desde que ella se fue era todo más tranquilo, no escuchaba las historias de como su peluquero (al cual iba una vez por semana) le había cortado el cabello, como su vida era una desgracia por no poder comprarse el celular que quería, de como su madre le había dicho que lavase la ropa, etcétera. La verdad que para mi, el apartamento la ultima semana era el paraíso, podía trabajar tranquilo, estudiar en paz, cantar sin que me interrumpiese el sonido de la secadora o cagar sin que alguien me gritase desde la cocina. Simplemente hermoso. A todo esto fueron seis meses de eso, ella me eligió, yo estaba totalmente cómodo con mi mente y mi yo físico, pero a ella le parecía atractivo, como a la mayoría de mi preparatoria. Sí, lo sé, suena egoísta pero muchas veces se me han declarado, pero nadie había tenido los ovarios o las pelotas de raptarme emocional y físicamente como lo había hecho Rose. Ella simplemente dijo que yo era su novio y de un día a otro llegó con sus cosas a mi puerta y entró como si nada. A mi no e importó y bueno, yo no sufrí tanto como ella, creo que tener a alguien en casa que no hable casi nunca, que no comparta tus gustos, o simplemente no te preste atención es mucho peor. Sin embargo, ella tiene padres que la malcrian y no se cómo logró que la dejaran mudarse conmigo teniendo diecisiete.

Bueno demasiado drama, al fin en paz, en cama, mirando al sol poniéndose por la ventana,y nada más que mi conciencia y... -suena la puerta- la puta madre.

-¿Quién será a esta hora? - suena nuevamente la puerta- me levanto y grito que estaba yendo. Abro la puerta y veo los malditos ojos más hermosos que jamás haya vista, decorados con un cabello castaño tan brillante como la madera recién lustrada de un ciprés sagrado, y unos labios tan perfectos, rosados con una curvatura que creía imposible de ver una persona.

-Ho- hola- dije totalmente embobado,

-Hola, ¿Me recuerdas Jacob?- dijo con una voz que me causó un deja vu.

-Em, no en realidad no, ¿quién eres?-

- ¿No recuerdas...- buscó algo en su bolso- esta foto? -

- No puede se...- me desmayé por tal conmoción al reconocerla.

- Así es, ¿cómo estas Jacob? soy Helena, un placer volver a verte, creo- dijo un segundo después de haberme quedado tieso en el suelo.




HOOOOOLA, BUENO ESTE ES EL PRIMER CAPITULO DE ESTA HISTORIA, SI DESDE EL PRIMER CAPITULO RECIBE APOYO SEGUIRÉ ESCRIBIENDO LA HISTORIA CON TODO EL ENTUSIASMO QUE SE DEBE.

ESPERO HAYAN DISFRUTADO DEL CAPITULO TANTO COMO YO ESCRIBIENDOLO. UN ABRAZO ENORME A QUIENES LO LEAN.

DEDICARÉ LOS CAPITULOS SIGUIENTES A AQUELLOS QUE ME SIGAN EN INSTAGRAM @joaco.robino Y BRINDEN DE CUALQUIER FORMA SU APOYO A LA HISTORIA.

CHIAO.

Si tan solo me pensarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora