Epílogo

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Hay encuentros, situaciones o momentos que siempre vas a desear no haber vivido: por vergüenza, por lástima o por dolor. Y eso mismo es lo que le ocurrió a SooYon durante todo el verano. El mejor verano de sus vidas, un verano para recordar, las mejores vacaciones de la historia...todo eso desapareció de su mente aquel día. SooYoN pasó esos meses encerrada en su habitación. A veces lloraba, otras solo miraba el cielo por su ventana, de vez en cuando se reía de ella misma y a ratos gritaba y maldecía. SooYon juraba haber pasado los peores días de su vida durante ese tiempo. La noche parecía nunca acabar para ella, incluso cuando salía el sol, alrededor suyo solo había oscuridad. También perdió la noción del tiempo. Estar encerrada día tras día entre cuatro paredes la volvió inestable. A veces las horas se le pasaban como segundos, y otras le parecían semanas y semanas interminables. SooYon estaba destrozada, de todas las maneras posibles, él la había roto el corazón. 

Entre tanto caos, SooYon no acabó perdiéndose gracias a Lisa, su mejor amiga. Ella estuvo allí, noche tras noche y día tras día; evitó que cayera, que se acabará de hundir. Lisa fue su pilar en ese momento. La bañaba, le daba de comer, le arropaba a la hora de dormir, la abrazaba al llorar y la regañaba cuando SooYon quería llamarlo o escribirle. Lisa fue lo único que tenía en ese momento y ella se lo agradecería toda la vida. 

Ahora comenzaba el otoño, y con la llegada de una nueva estación también empezaba una nueva SooYon; una SooYon que su recuerdo ya no le dolía, que cuando pensaba en esos cinco años solo sonreía sin mirar atrás, caminando hacía delante. Era una nueva ella. ¿Y hay algo mejor que empezar tu nueva vida que siendo residente de hospital? Quizá sí, pero para ella el ser residente de cirugía era el comienzo de su sueño. Dentro de cuatro años se podría llamar a ella misma cirujana. Aún no sabía que especialidad coger, eso ya lo decidiría a su debido tiempo, pero fantasear en su futuro la ponía feliz. 

Con una sonrisa iluminando su rostro caminaba por lo que sería su nuevo lugar de trabajo, el hospital central de Seoul, uno de los mejores hospitales de Corea entera, y por qué no, de Ásia. Ya se veía dentro de los quirófanos salvando vidas y alegrando a los familiares. Todo era tan ideal, y después de meses de tanta pesadumbre ya era hora de que llegara algo bueno, se lo merecía. También hacía unas semanas que había empezado a hablar con un chico. Se conocieron en la presentación del nuevo programa de residentes, y desde entonces habían tenido un par de citas. Todo marchaba increíblemente bien, y él era tan simpático y divertido que ya estaba empezando a sentir alguna que otra mariposa. 

Era todo tan idílico...hasta que tuvo que suceder lo que ella tanto temía desde que ingresó en ese programa. Ella pensaba que no ocurriría, pues no lo vio en la reunión de presentación, pero ahí estaba él, parado en medio del pasillo por el cual iba, mirándola asombrado.

- SooYon... 

Al oír su voz respiro profundo y cerró los ojos, una barrara formándose alrededor de su corazón al instante. Pensó que ese momento sería mucho más doloroso. Creyó que cuando lo volviera a ver, sentiría una presión en el pecho y como miles de lágrimas correrían por sus mejillas. Pero después de tantos meses llorando, se prometió a ella misma ser fuerte y ya no sufrir por alguien como él; y aunque pensó que sería difícil, lo consiguió, porque aunque estaba viéndolo, y él a ella, SooYon lo único que podía sentir era lástima por haber estado enamorada de él, y asco, sobre todo asco. Así que sin pensarlo ni un segundo más, giró sobre sus talones y volvió por donde había venido, sin ni siquiera despedirse o mirar atrás. 

- SooYon espera...

Ella lo escuchó, pero lo ignoró y siguió su camino, no quería hablar con él, no quería ni tenerlo cerca...no quería siquiera mirarlo, pero tuvo que detenerse al sentir como una mano agarraba su muñeca. 

INFIEL - Min Yoongi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora