2

12 1 33
                                    

—Esto es una completa mierda. —Mis ojos están puestos en la enorme fila qué hay para entrar.

—Es domingo, esto no debería de estar tan lleno.

Compartimos una mirada sabiendo lo que teníamos que hacer para poder entrar rápido.

—Hola, guapo. —Saludó Isabelle con una sonrisa coqueta— Un gusto, me llamo Madison y mi amiga se llama Alison.

—Un gusto señoritas. ¿En qué las puedo ayudar? —Cuestionó mirando nuestros cuerpos para luego mirarnos a la cara. Era como un gorila de dos metros, musculoso y calvo. Sin embargo no era feo y se veía como de unos treinta años aproximadamente.

—Resulta que nuestros amigos ya están adentro y bueno, nosotras nos preguntábamos si usted nos dejaría pasar. —Hable poniendo ojos inocentes pero con una sonrisa pícara.

—Por favor, ¿podría hacer eso por nosotras? —Isabelle puso una mano en su abdomen y yo me lamí los labios sonriéndole.

—¿Que edad tienen? —Pregunto mirando hacia la fila.

—Tome. —Ambas le pasamos nuestras identificaciones falsas. Los vio y después nos miro a nosotras

—Pueden pasar señoritas. —Se hizo a un lado para que entráramos. Escuchamos cómo algunas personas se quejaban.

—Muchas gracias, guapo. —Ya adentro no pudimos evitar reírnos.

—Mierda, eso fue fácil.

—Lo fue. No beberás alcohol. —Me detuve abruptamente, haciendo que ella también lo hiciera.

—Alison, no me jodas. —Dijo mirándome.

—Madison, no te estoy jodiendo. Aparte yo ya había tomado, tú misma viste la botella. Salimos porque yo te dije, de igual manera puedes divertirte sin alcohol. —Le hable con una sonrisa.

—Eres una hija de puta. —Gritó mientras caminaba hacia la pista.

Me di vuelta para ir a la barra y buscar un botella de tequila. Camine entre la gente hasta poder hacerme un lado, habían tres personas atendiendo, una de ellas una chica y dos chicos.

Me senté y apoyé mis codos sobre el meson, levante un poco la mano para que me atendieran. Se acercó uno de los chicos.

—¿Que desea? —Pregunta el chico de cabello castaño y ojos cafés.

—A ti. —Le di una sonrisa mientras inclinaba un poco mi cabeza.

Estaba mirando mi cara pero después su mirada descendió hasta mis pechos, volvió a subir su mirada y me dió una sonrisa.

—Y para tomar una botella de tequila por favor.

—Enseguida nena. —Me guiña un ojo y procede a hacer su trabajo. Me deja la botella en el mesón y también me entrega un papel con su número. Le entrego la tarjeta para que se pague.

                   ゜・。。・゜゜・。。・゜

—Te voy a matar.

—No si yo te mato primero.

—¡Eres una perra tramposa!

—Lo soy, no obstante aún así me amas. —Isabelle me quiere matar porque le gane jugando a los dardos digamos que le gane porque ella estaba tirando y yo la empujé así que el dardo no dio en el blanco.

—¡Fondo! ¡Fondo! ¡Fondo! —Bella se tomo todo lo que quedaba de la botella.

—¡Me las vas a pagar puta! —Me sacó el dedo del medio, se dio media vuelta para ir a la barra y pedir otra botella.

SuperficialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora