CAPITULO 3

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OBSESIÓN

El sexo que habíamos compartido esa vez había sido delicioso, lo habíamos disfrutado aún en medio de la furia y los cielos.

Y ahí cometí mi primer error, empecé a provocarle celos y a hacerlo enojar para después sentir su furia en la cama, y varias veces lo hice sangrar, ya fuera con mis uñas en sus hombros, brazos y pecho, o simplemente golpeandolo y rompiendo su labio para verlo sangrar.

Cuando sangraba y yo lo probaba me envolvía un orgasmo intenso que no me daba cuenta lo que provocava en la mente celotipica de mi novio.

Pronto empezó a desconfiar y a creer que el placer que el me daba alguien más podría darmelo, o que tarde o temprano mis intentos de ponerlo celoso dejarían de ser intentos y avanzaría a hacer algo más.

Las discusiones eran cada vez más fuertes, y el dolor en la reconciliación también, su manera ruda de tomarme y marcarme cada vez fue más cruel, y si bien disfrutaba y los golpes no duraban mucho había algo que ya no me estaba gustando.

El perdió su trabajo pues todas las mañanas se las pasaba en el colegio espiandome desde la entrada, a mi amiga Bety le habían llamado la atención incontables veces por qué yo había decidido apagar el teléfono por sus llamadas acosadoras y por consiguiente le mandaba mensajes o le hacía llamadas a ella para saber que estaba haciendo.

Había yo creado un monstruo y no sabía que hacer con el y controlarlo, estaba claro que no todo se controlaba en la cama, pues fuera de ella el se desquisiaba y me presionaba.

Incluso Bety hablo conmigo diciendo que no sabía que hacer para que dejarla de molestarla. Había cambiado dos veces de número y las dos veces en lo había conseguido con el novio de ella que tan bien era el mejor amigo de el, y solo le la que de encima diciéndole que entre descansos de las clases le mandara un mensaje diciéndole que me estaba portando bien.

Al salir de clase estaba parado en el estacionamiento con su cara atormentada, y solo se limitaba a abrazarme y besarme intensamente, el hecho que Bety le dijera que me comportaba era suficiente para que no discutiera y yo trataba de hacer lo mismo para no ponerlo intenso aunque en el sexo no lo contenía, pues es ahí donde me decia sus pensamientos oscuros sobre su miedo a que yo lo engañara.

Si señores esa era mi oscura creación, ese hombre obsesionado que no solo habia perdido su trabajo si no que cuando no había nadie en mi casa, lo cual ocurría muy seguido, se adueñaba de ella y no se me despegaba ni a sol ni sombra.

Sus arranques de furia volvieron a aparecer un día de pronto, cuando se le ocurrió la maravillosa idea que yo había comprado a Bety tapando sus zorreces para que ella tapara las mías, la primera explosión de furia fue mínima, arrinconandome en su auto y gritándome.

De ahí empezó a tomar mis brazos con fue dejando sus manos marcadas en ellas, para mí suerte era temporada de frío y las marcas quedaban debajo de Sue y camisas de manga larga y cuello alto, por qué si señores tenía sus dedos márcados en el incluso mordidas y chupones, tanto en el cuello como en mi torso, el decía que era para que si algún idiota quisiera tomarme supiera que tenía dueño.
No me haré la víctima llorando y diciendo que fue contra mi voluntad, por qué todo fue durante el sexo y disfrute cada marca y los orgasmos que las acompañaba.

Pero todo empeoró un día, cuando en el salón Joaquín quien era más inteligente de lo que creí, se había dado cuenta de la situación y mis extraños gustos. Según el lo supo todo una vez que encontrándonos en el camino mientras iba en su moto nos vio en el coche, y pensando que el me agredía fue a investigar dándose cuenta la manera violenta en la que el me tomaba y lo mucho que yo disfrutaba. Se había excitado e incluso se habia masturbado, me confesó, al escuchar mis gemidos y viéndome entregada al existasis mientras nos lástimabamos mutuamente.
Solo que el se había dado cuenta de algo que yo no quería ver, el tipo no estaba manejando bien la situación, esta lo estaba consumiendo y enfermando a un punto que podía ser peligroso para mí.
Bajamos a comer en el receso, intentando ser lo más cautelosa posible, llegamos a la cafetería donde creí que el no podía verme y Bety no comía ahí por qué era la hora en que se iba con René, un chico con el que engañaba a su novio.

Entonces platicamos, y supe que me comprendía, por primera vez no sentí vergüenza de mi gusto, y el confesó que se hacía sangrar cuando se sentía estresado, pero tenía una forma inteligente de hacerlo, tenía un crucifijo que se desprendía a la mitad mostrando una aguja tan fina que brillaba,me menciono que el ser tan fina ayudaba a no dejar marca en su piel, pero el dolor estaba ahí y la sangre también, entonces me mostró como la introducía en su brazo y la sangre comenzaba a salir.

La sangre y su cara de placer hizo que mi interior se contrajera, las paredes de mi vagina vibraron y me sentí tan acalorada que el lo noto, en ese momento me sentí tan excitada que cuando sentí sus labios en los míos, le seguí el beso.

Tenia que salir de ahí con el, debía tenerlo entre mis piernas mientras el se hacía sangrar y se lo dije, entonces tomó su cadena y me la coloco, haciendo que el crucifijo quedará en mis senos y me dijo que lo anhelaba y que yo debia conservarlo, que era su regalo ami, planeamos las dos horas siguientes como salir de la escuela, el era bueno en eso, así que le pase mi mochila y la introdujo en la suya que era más grande y por lo regular la te vacía a la escuela.

Así que planeamos que el se iría primero, movería su moto a la parte trasera de la escuela donde había una barda que tenía un hueco y ahí lo vería, yo solo tenía que pedir permiso de ir al baño y escabullirme ahí.

Y así lo hice, yo iba bien asta que justo al subir a su moto dos manos me lo impidieron tirándole al suelo provocando que mi espalda se golpeara de pronto y provocará un dolor aturdidor.

Después todo pasó demasiado rápido, vi un borron y dos figuras borrosas peleando en el suelo, de repente escuché un sonido que me estremeció, fue rompiéndose y me levanté al ver a Javier con un fierro tubular en las manos, como una herramienta, me avalance a el queriendo impedir que golpeara a Joaquín con el cuando escuche que me decía "maldita puta" y sentí un dolor terrible en mi brazo seguido por un golpe en mi cráneo y una terrible oscuridad.

*ESPERO LES ESTE GUSTANDO Y ME DEJEN COMENTARIOS.
 

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