A New Mafia Boss

1er Capítulo

¿Quién diría que las personas no tienen corazón, sabes? Las personas no saben cuidar algo, que aunque sea una carga, no se comportan como se debe. Tal vez la humanidad no está creada para cuidar, si no para perder e, incluso, abusar de otros o de cosas.

Soy Nani, una niñera que esta encargada de un orfanato con varios niños a los que cuidar, quien diría que terminaría con tanto dinero, por lo que decidí crear mi propio orfanato para todos los niños y adolescentes. Los adolescentes son los más difícil de convencer para que estén en esta casa/orfanato, con tantos traumas creen que pueden protegerse de las personas.

Me da lastima como todos los que viven en la calle están a la defensiva, me hace pensar lo peor pero para que no se sientan tan atemorizados les empiezo a contar unos cuentos que se me vienen a la mente, ellos me miran con esos ojitos de esperanza y es ahí cuando los invito a mi orfanato, los baño e incluso los hago dormir. Justo como lo estoy haciendo ahora, a lo que, cuando veo que todos están bien y dormidos, voy a mi habitación a cambiarme ropa para poder salir un rato.

A lo lejos veo tres hombres acercándose con dos personas inconscientes, les hago un ademán para que me sigan a una pequeña cabaña cerca del lugar. Esperé a que se despertarán, no fue mucho tiempo, los miré con una sonrisa.
-¿Por qué tan asustados?- Les preguntó mientras ellos me miran con odio y curiosidad. -¿Por qué estamos aquí?- Preguntó la señora con ojos de color miel y piel bronceada. Me reí un poco con su pregunta, aunque es obvio que iban a preguntar; Suspiré. -Yo hago las preguntas aquí y si fuera ustedes respondería todas las preguntas con sinceridad. Si es que no quieren problemas, claro- Mi mirada cambió a una seria, ellos se alejaron, un poco asustados. -¿Tienen hijos?- Me miraron con confusión y asintieron. Miré a los tres hombres que los trajeron. -¿Qué estaban haciendo cuando ustedes llegaron?- Pregunté. Ellos se miraron y uno respondió -Estaban celebrando, comiendo carne y bebiendo champaña en una pequeña mesa que está en el comedor de su casa- Ah, me gusta cuando me responden con todos los detalles que son posibles.

Mire al señor que estaba abrazando a su asustada esposa, que ironía. -¿Por qué celebraban?- Les sonreí sarcásticamente. -Estamos esperando un hijo- Titubeo el señor, me sorprendí sinceramente; me acerqué a ellos y me incliné, mire la panza de la señora unos segundo, después los volví a mirar a los ojos. -Que lindo, pero... ¿Dónde está el hijo mayor? Mis hombres no los hubieran traído si es que veian a un niño en algún lugar de la casa- Desviaron la mirada, reí un poco por su acción y la señora habló -Esta en una fiesta, si, cerca de nuestra casa- Fui a una mesita que estaba al lado de ellos, agarré una pequeña navaja. Se alejaron más de mi. -¿Sabían que encontré a su hijo afuera de su casa? Aparte, era un niño pequeño ¿Cómo puede estar en una "fiesta" solo? Él tenía frío e incluso estaba mojado, ¿Fueron ustedes?- Estoy enojada, se me nota demasiado, se ven más asustados que antes, hasta llegan a temblar del miedo; Es como un juego de sobrevivencia, te ven o haces un pequeño ruido y puedes llegar a morir. -Si, fuimos nosotros- Se atrevieron a responder; me acerqué rápidamente y les puse la navaja en el cuello al señor. -¿Quisieran saber que sintió esa noche? ¡¿Ah?!- Les grité, no tenia mucha paciencia con ellos; ¿se atreven a hacerle daño a unos de sus hijos y ahora desean que nazca el otro? No, no si estoy yo cuidando a los niños. -¡No, no nos hagas nada! ¡Nos arrepentimos de lo que hicimos!- Reí como maniática. -¡¿Tú crees que con arrepentirse basta y sobra?! ¡Pues no, deben pagar por lo que hicieron!-

Le rasgue la garganta al señor, la señora gritó y trató de acercarse a nosotros. Mis hombres la agarraron para que no se acercara más. Dejé el cuerpo en el suelo y procedí a mirar a la señora, ella temblaba mientras lágrimas salían de sus ojos, se veía pérdida. -Oh, cariño.. No estés triste, después de todo no sintió dolor alguno- Le acaricié la mejilla, pasé a mancharla con un poco de sangre; Ella alejó su cara de mi mano y me miró con odio -¿Por qué hiciste esto?- Reí, ¿de verdad me está preguntando por qué? -Ay... Cariño ¿de verdad no captas? ¿Acaso no me reconoces?- Ella me miró detenidamente, sus ojos se abrieron de par en par -E-Eres ella...- La escuché decir, se le nota lo asustada, hasta llega a temblar.