Nadie es perfecto en esta vida, pero tienes que aceptarlo porque todo en este mundo somos personas no es justo odiar o discriminar a alguien cuando no te ha hecho nada.”Todos somos iguales” típica frase, pero quizás en algunas cosas no aplique, pues la iglesia a clasificado a los heterosexuales como normales y a los homosexuales como enfermos. Simplemente es un circulo vicioso que por falta de información solemos agrandar con el tiempo.
-Lo siento pero así soy mama- afirmo la chica, tenía un nudo en la garganta
-Esto no puede ser normal, ¿en que falle?- sollozo la mujer mientras pasaba las manos por su cabeza
- No fallaste en nada mama ¡entiéndelo! – grito la chica
- Claro que si, falle en algo-le contesto
- No soy perfecta mama, y el hecho de que tenga otros gustos no significa que este enferma
- En ningún momento te he dicho que esta enferma- negó ella
- Pero me dijiste que sería transitorio como si fuera una enfermedad
- Solo pienso que es una etapa hija, tu hormonas, ellas están descontroladas, tu mente está confundida- replico, estaba en un estado de shock. Siempre tuvo una ligera sospecha pero pensó que su mente jugaba con ella, nunca lo creyó algo real
- ¡No mama! Soy lo que soy y espero que con el paso del tiempo me vuelvas a tratar como antes.-se acerco a su madre y deposito un beso en su mejilla. Seco unas lagrimas de su rostro, tomo su maleta y salió de casa. Como nunca en su vida, ella se había sentido totalmente libre
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No matter what you say
Teen FictionNo se acepta ninguna copia o modificacion a esta obra