𝑨𝒅𝒊𝒐𝒔 𝒅𝒂𝒅𝒅𝒚𝒔~

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Ha pasado algún tiempo.

Y aun sigo con los encuentros calientes que Yoongi me ofrece, es algo adictivo, lo acepto, la manera en la que lame mis pezones rosados, mi entrada mojada por el, el lóbulo de mi oreja para luego susurrar groserías que amo escuchar.

Me tiene a sus pies.

Pero mi corazón lo tiene mi marido obviamente.

Una cosa es el cuerpo y otra el corazón, es algo complicado ya que mi esposo me hace el amor, es bonito, me toca suavemente, lame lentamente todo mi pecho, mi espalda, delinea mis piernas provocando espasmos y solo me da duro cuando va a correrse, pero con Yoongi todo es diferente, es más caliente, no me prepara, casi siempre se mete de frente y sin preparación alguna, lame mi rostro mientras me tiene acorralado en el borde de la mesa de la cocina, agradezco a los dioses por poner a tal dios griego a mi disposición cuando yo quiera.

Ahora.

Explíquenme como es que termine con la polla de Hoseok en mi boca y el pene de Yoongi en mi oyito sin dilatar, no recuerdo nada, solo que el llego molesto del trabajo, supongo que no le molesto, pues se que el tiene otro amante.

Ahora tengo a dos malditos penes dentro mío y duele como el infierno, pero a la vez amo la manera en como recostaron mi pecho sobre el fornido torso de Hoseok y de manera lente rozaba su falo contra mi entrada. Escuché la botellita del lubricante abrirse y luego sentí la mano de Yoongi meterse sin pudor en mi entrada dándome duro y mostrado mis facciones excitantes a mi esposo, apreté mi entrada para que no sacara sus dedos, pero parecía excitarlo aun más así que bese con pasión sus labios para no demostrar lo mucho que me estaba gustando, hasta que sentí algo más grande arremeterse duramente contra mi ano, volteé con algo de miedo por el dolor intenso en mi vientre.

Lo vi con su maldita mano dentro mío, casi me desmayo por dios, es la mejor vista que pude haber tenido en mi vida, Hoseok tomo mi cintura atrayéndola hacia abajo, Yoongi se inclinó hacia mi espalda besando cada parte de ella, cada lunar, cada corte, cada cicatriz, me sentí amado hasta sentir su polla dentro mío, sus brazos bajaron por mis axilas y tomo mis hombros, dándole impulso de follarme más rápido, gemí muy fuerte la verdad, ya no me interesaba el pudor, los vecinos chismosos pues gozaba de la mejor follada de la vida.

Sentí la mirada de Hoseok en mi lengua que estaba afuera mientras mis ojos se volvían blancos con cada estocada mojada que recibía, sentí sus dedos en mis labios y los apreté cuando sentí otra cosa enorme, gorda y larga entrar en mi, negué, quite sus dedos de mi boca y rogué que no lo metiera, pero era tarde, pues mitad de su pene se encontraba junto el de Yoongi dentro mío, llore muy fuerte pues me dolió un chingo.

Los dos salieron de mi, para luego tomarme de la cintura y cada uno tomo una pierna alzándome del piso, me sentí en la nubes cuando los dos se metieron dentro mío de una sola estocada, me follaron como quisieron, Yoongi salió de mi para luego bajar mi pierna al piso y quedar solo abierto para las duras folladas de Hoseok que llegaban a mi punto G.

Él alzo mi rostro, me beso y luego apretó mis mejillas hasta sacar mi lengua, que mordió con fuerza hasta sacarme sangre y entre lagrimas, sangre y saliva metió su pene aun duro en mi boca. Metía y sacaba sin piedad, sentía mi garganta destrozada, sentía que los dos estaban molestos conmigo, pues enamore a Yoongi y engañe a Hoseok, soy consiente de ello, pero de saber que algo así de rico pudiera sucederme lo hubiera hecho antes.

Tragué su esencia cuando se corrió dentro de mi boca, me sentía mareado y agotado, no podía más, Hoseok me tenia sujetado por mis brazos detrás de mi espalda mientras se venia otra vez dentro mío, mi vientre ya estaba hinchado por tanto semen que ellos dos metieron en mi.

Me sentía lleno y satisfecho, para cuando salió de mi, me empujaron la piso donde con toda libertad el semen combinado con sangre salía de mi entrada, me sentía un juguete y la verdad, que rico es ser un juguete.

Moví mi mirada hacia ellos y cuando intente sentarme, sentí una patada en la boca, esto no era excitante para nada, sentí otra en mi estómago y otra y otra tras de esa, me dolía, pero no podía moverme, sentía la sangre transcurrir de mi cabeza hacia el suelo frio.

Sentí como Yoongi me cargo estilo princesa, dejándome echado sobre la cama ya ordenada por Hoseok, se acostó conmigo y me abrazó, detrás mío también sentí un peso y unos brazos pasar por mi cadera hasta acariciar los posibles moretones que estarían en mi vientre por semanas.

Jadee de dolor cuando traté de acomodarme.

De ese día pasaron 2 años, ahora me encuentro cuidando a dos bebes de diferentes padres, vistiéndolos elegantemente, pues dentro de unas horas era mi boda.

Pero eso ya es otra historia ;)

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Fin.

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Como los gatos | 𝐀𝐠𝐚𝐩𝐞𝐋𝐨𝐭©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora