Peter y sus dos papás

Capitulo Único

Peter se movía inquieto en su pequeña sillita, observando como todos los padres de sus amigos y compañeros entraban al salón, saludando y avergonzado a sus hijos, mientras que él pequeño Peter esperaba que sus padres entrarán en cualquier momento, sin embargo, por más que pasaba el tiempo no lo hacían.

—Miren, los papás de Peter no han llegado, ellos tampoco lo quieren.

—¡Eso no es cierto!—replicó Benjamín—. Mis papás van a llegar, deben estar ocupados, pero ellos me prometieron que iban a venir.

—ajá, ironman es tú papá y va venir.

—¡Sí es mi papá y sí va a venir!—repitió—. ¡También va venir mi papá Strange!

—Deben ser tan raros como su apellido—se burló otro niño, mientras Peter se encogia de hombros, pero negaba.

—Que se espera de dos hombres que fingen ser una familia—comentó el primer niño—. Tú no tienes una familia, una familia es de un papá y una mamá, no de dos papás o de dos mamás.

—Pero ellos me quieren mucho y en el orfanato me dijieron que lo importante es que mis papás me quieran, no que sean dos hombres o dos mujeres, hay muchos tipos de familias y lo que importa es que te quieran y cuiden, y mi papá Tony y mi papá Strange lo hacen.

—Te lo dijieron por lástima, todos saben que las familias son de un mamá y un papá, si fueran normales ellos podrían tener hijos y no te hubiera adoptado.

—¡Niños, por favor a sus lugares!—gritó la maestra, dejando de nuevo a Peter, que sólo que volteó desanimado a la puerta sin ver como sus papás aún no aparecían, provocando que sus ojitos comenzarán a picarle.

—Peter, cielo, ¿y tus papás?

—No han llegado—murmuró avergonzado.

—Que se puede esperar de dos hombres que crían a un niño—murmuró uno de los padres de uno de los niños que habían molestado a Peter.

—Usted callese, que nadie le pidió su opinión—le exigió una de las abuelas que acompañaba a su nieto Wade, amigo de Peter, quién era un tres años mayor que a Peter, dado a que él castaño estaba adelantado en años escolares, cuestión que enorgullecia a sus padres enormemente.

—No le contestó como se debe por su edad.

—Yo no le tengo miedo, y usted dija lo que quiera que no creo que dirá nada inteligente—repuso—. Un hombre que tiene su mentalidad vive en la época de los dinosaurios y miré que se lo dice la vieja, así que vaya insulto.

—Señores, creo que lo mejor será que nos calmemos y comencemos con el evento, quizás tus padres Peter, lleguen en un rato más.

Él pequeño afirmó y se mantuvo atento, viendo cómo cada uno de sus compañeros pasaban, presumiendo a sus mamás y papás, aunque algunos sólo presumía a su mamá o a su papá o su tía o tío o abuelita, como en el caso de Wade, que contó como él y su abuelita salían a comer chimichangas en la moto de un amigo de su abuela, cuestión que impresionó a Peter ya que no sabía que una mujer con su condición pudiera manejar tan bien como Wade presumía que la mujer lo hacía. Y así cada uno fue hablando de sus padres, hasta que llegó el turno de Peter, quién aún está a solo para ese entonces, levantándose con tristeza y miedo al sentir las miradas de todos mirándolo y juzgandolo, a excepción de Wade que le sonreía, haciéndolo sentir más seguro.

—Hola, buenos días, yo soy Peter Benjamín Strange, mi papá es Anthony Edward Stark y Stephen Vicent Strange, nostros...

—¿Mocoso?

—¿Papá?—preguntó Peter girando se a la puerta al escuchar la voz de su padre llamarlo sonriendo al verlo, corriendo hacía él mientras esté se acercaba más hacía la puerta—. ¡Papi!