Deséame un futuro prometedor

1.9K 203 15
                                    


Wang Yibo tenía que llamar a su acompañante para la fiesta organizada por su cumpleaños, asegurándose de que ya estaba lista para ir por ella, pero se topó con algo que robó su atención.

Había el número de un viejo contacto que aún existía a pesar de ser un nuevo teléfono, ¿ Por qué sigue ahí?

Por una camuflada obsesión de querer marcar, una sola vez más, decir hola, una sola vez más, esperar, una sola vez más.

Habrá pasado tanto tiempo, y las cosas viejas y baratas fueron reemplazadas por nuevas y costosas.

Mientras se puso un traje de diseñador nuevo, notó que no había esa persona para corregir el nudo de su corbata como solía ser antes. Rezando para obtener suerte en una entrevista de un pésimo trabajo, donde se mataría horas extra para cubrir los gastos, o tratar de alcanzar a cubrir la cuota inicial de la vieja casa rentada que solían compartir como un par de esposos.

¿ Esos momentos eran felices?

Sacar el dinero del bolsillo del otro, sumando y restando para tener un fin de semana compartida y tranquila en las calles, siempre recurriendo a lo más accesible pues no alcanzaba para más.

Entonces tomó las manos ajenas y prometió con una sonrisa, hacer realidad esos dulces sueños y planes para un futuro, esos que nunca cumplió y que ahora eran un vergonzoso recuerdo de su juventud.

- Señor Wang- Llamó su secretario irrumpiendo sus pensamientos-, el coche está listo para recoger a la señorita Lin.

Wang Yibo afirmó con la cabeza aún trabajando en el nudo de su corbata, sin apartar la vista de su reflejo del gran espejo de cuerpo completo que lo reflejaba a él en medio de una elegante y lujosa habitación, tan llena de accesorios costosos e inútiles que no pudo tener antes para decorar una pequeña sala con una mesa y dos sillas, un par de baratijas adornando el vacío y esa vieja compañía que no podía olvidar, una sonrisa suya iluminando la penosa vida que compartieron aquellos años.

Un tazón de gachas de avena caliente sobre la mesa, sino tuvo lo suficiente, un plato medio lleno se acercaría a sus manos con la típica protesta de no poder comer más. Una excusa nada creíble que había aceptado tantas veces.

Ahora describir aquella bondad era provocar las lágrimas y arrepentimientos por los recuerdos del pasado,¿ Así tuvo que ser?

Esa forma de amar, ¿ Por qué no pudo darse cuenta en ese momento?

Al final siendo arrastrados como dos idiotas que creyeron poder vivir de amor, al final, dos idiotas que renunciaron todo por amor.

Si aún fuera ese joven prometedor, pero no ese ser inferior que fué, podría tal vez cruzar aquella vieja puerta, manteniendo una sonrisa en su rostro a pesar del pésimo día que pasó y la mala paga que obtuvo y decir que estaba bien, que aún podría lograrlo en una segunda oportunidad, pero nunca guardar rencores por un error que le atribuyó a esa persona, deslindándose tantas veces de sus propias decisiones.

- ¡ Si no tengo un centavo en el bolsillo es porque tuve que renunciar a todo por ti!

- Puedes renunciar ese empleo y buscar otro ingreso, me esforzaré el doble mientras lo hagas, sé que puedes conseguir algo mejor.

Era esa mirada dulce y esa fé que fue depositada ciegamente sobre él, y la que fue destruyendo día a día, haciendo nada los esfuerzos ajenos hasta que ya no pudo más.

Los viejos objetos que se rompieron en aquella ocasión exparcidos por el suelo, el bonito florero que un amigo les regaló, un par de cuadros de marco barato que aún tenían sus fotos compartidas, esos que aún estaban sobre el suelo, reflejando viejas sonrisas y recuerdos tras fragmentos de cristales.

If I Were Young   //   YizhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora