»NADIE MAS VENDRÁ «[CHEWIS]

Capitulo Único ☕

Escuchar "Nadie más vendrá " de José Madero.

Disfruten la lectura...



Todo sucedió en un café. Sabía que habías llegado a la máxima categoría con el equipo Mclaren. No le tome mucha importancia al principio.

Pero no pasó mucho para que tú y yo nos encontraramos, lo recuerdo perfectamente.
Llovía mucho y mi coche se había descompuesto. Fue en Brasil, algo alejado de todo. Lo más cercano que tenía era una cafetería pequeña y acogedora. Rústica si me preguntan cómo era por fuera.

Tenía poco dinero en la bolsa por qué casualmente mi billetera quedó en el hotel, vaya suerte. Entre y lo primero que ví fue a ti sentado en la esquina del lugar completamente solo mirando por la ventana, las gotas golpeaban la ventana pero tú las admirabas y reías cuando una alcanzó a asustarte.

Te veías tan hermoso, tu pelo era esponjado y un poco rizo, más sin embargó tus pecas, dios preciosas, que resaltaban más con la luz del recinto. Creo que sentiste que alguien te estaba observando que volteaste hacia mi con brusquedad quedándote sorprendido. Iba a huir de tu mirada pero me sonreiste. Y caí, cai que no fui capaz de decirte que no a nada.

Esa noche es especial, me invitaste de comer, platicamos tanto que se nos fue el tiempo volando, contábamos nuestros anécdotas de infancia. Te conté cosas duras de mi vida y tu me contaste las tuyas. Fue dura la vida para nosotros.

Jamás quitaste la sonrisa en tu rostro, nuestras manos rozaron un par de veces y reíamos ante nuestra torpeza. Nos fuimos muy tarde de ese lugar, te conté mi situación reíste para después decirme que me llevabas. No pude negarme ante tal petición con esa sonrisa en tu rostro.

Nunca había sentido un trayecto tan corto a pesar que mi hotel estaba lejos de donde yo estaba. Me despedí de ti pero te prometí volver a juntarnos. Y lo cumplí.

No había día en qué no fuera a tu departamento o al mío a pasar el rato. No sabes cuántas veces esperaba con ansias la hora que llegara en qué tocaras mi puerta o que mi equipo terminara los planes para ir a verte.

Varios dijeron que éramos novios, reía más nunca lo negué. Tenía la leve esperanza de que algún día podríamos intentar algo, por qué contigo intentaría escalar dos veces el Monte Everest.

Fueron meses que tuve que esperar para que me aceptarás una cita. Pensaba en llevarte a un restaurante lindo, pero mis planes se vieron arruinados por qué el restaurante al que te llevaría lo clausuraron. Por parte me alegro de que eso sucedió, si no, no hubiéramos ido al lago escondido en la cuidad. Nunca hubiera pasado ese primer beso que te di.

Ese momento lo atesoró con mi alma, tus labios encajaron perfectamente en los míos como si estuvieran perfectamente construidos para mí, no lo niego me volví adicto a tus labios. Cada vez que te veía no podia evitar besarte detrás de el garage o en tu motorhome.

Aquel día de Marzo te pedí formalmente que fueras mi novio. No sabes lo hermoso que te veías con las pupilas dilatadas por la emoción y tus mejillas sonrojadas a más no poder. Te veías aun más hermoso con mi suéter puesto que apenas y podía ver las yemas de tus dedos mientras los juntabas delante de ti y asentías con frenesí.

Esa noche que llegamos a casa te hice el amor, hasta donde sentirás cuánto te amo, la madrugada y la cama fue nuestro testigo mudo de nuestro amor. Nunca había sentido tanta paz en una persona.

Tuvimos problemas, claro, pero siempre los resolvíamos, te amaba más que a nada en el mundo mi pequeño girasol...

Ultimadamente has estado tosiendo demasiado por la radio y te ves más cansado, te duele la garganta, te he dicho que vayamos al doctor. Y lo hicimos.