" 26 "

57 7 0
                                    

Abro los ojos lentamente acostumbrándome a la luz que entra por la ventana que olvide cerrar, Iker está abrazándome con un brazo, con los ojos cerrados y sus largas pestañas acariciando sus pómulos, parece un niñito

Sacó un brazo de nuestro abrazo y le acarició la mejilla muy despacio para no despertarlo, tiene una piel suave y sedosa, le acarició los párpados, esos que guardan unos ojos verdes que te hacen perderte, acarició sus labios, esos que me llevan a otro universo cada vez que tocan los míos

-Que lindo despertarse mientras me acarician como si fuera el mismísimo Dios- su voz ronca hace que todo mi cuerpo tiemble, me encanta lo que este hombre provoca

-No creo en dios- contestó suave sin dejar de acariciarlo, en ningún momento él abre los ojos pero se que sigue despierto por que sus labios esconden una sonrisa que mataría por ver para poder besar- No escondas tu sonrisa

El abre los ojos finalmente para verme con el ceño fruncido y los labios apretados mientras le toco los labios suavemente

-Perdon, es costumbre- siento su mirada en mis ojos pero los míos están anclados a la boca que ansío besar- No te guardes las ganas de lo que querés hacer

Me aconsejó en cuanto vio lo que quería hacer pero no hacía, lo sentí como un permiso entonces sin pensarlo mucho más me tiré por sus labios, lo hice con tanta fuerza que él se tiró hacia atrás y yo quede arriba suyo, los dos completamente desnudos

Me moví jadeante encima suyo, mientras sentía como los dos nos calentamos hasta el punto de poder ir un paso más allá

Iker se adentra en mí, después de la noche anterior su cuerpo ya era conocido para el mío, los dos ya nos conocíamos a la perfección, y eso se demostraba en cada movimiento, en cada estocada, en cada caricia y en cada gemido, quiero pasar mil noches y mil días así; con el

○●○●

-¿qué podemos hacer un domingo en esta ciudad?- estamos los dos enredados en las sabanas, con mi pierna entre las suyas, mi cabeza en su pecho y con mi mano le estoy haciendo caricias en el pecho

-Mmm... quedarse acostados todo el día no es mala idea- contestó tontamente

Su pecho tiembla cuando ríe- Sos muy vaga

-Asi me querés- le sonrió ampliamente mirándolo, nuevamente se carcajea

-Es verdad, es verdad- se mueve quedando encima mío, entre mis piernas

-Muy sugerente la posición ¿no?- le digo graciosa, el no borra su maravillosa sonrisa y yo me la contagió

-Dale, hagamos algo, salgamos- me hace un puchero irresistible, le doy un pico en el labio que sobresale y sonríe aun haciendo el puchero así que queda muy raro y poco tierno lo que hace, pero sigue siendo hermoso

Ruedo los ojos- Está bien ¿qué hacemos?

-¿qué te parece que vayamos a un día de shopping?- arrugó la nariz, cosa que siempre mis hermanos me dijeron que parecía conejo

-No me gusta ir de shopping- frunce el ceño confundido- mucha gente, caminas mucho, entras a todos los negocios solo para ver cosas que no vas a comprarte, mujeres con un cuerpazo que voy a envidiar con la ropa que se prueban, claramente no me gusta, y no creo que a vos te guste también

-Primero; vos sos la mujer a la que todos envidian- sonrió- Segundo; no me gusta, pero como pensé que a vos te gustaba no me molestaba hacerlo

-Ya se que vamos a hacer- le sonrió inocente

-¿qué?- se levanta de encima mío y se sienta a un costado de mis piernas

-No te voy a decir pero anda cómodo- me levanté de un salto sin importarme mi desnudez y me metí al baño

Hoy iba a poder hacer lo que siempre quise hacer pero me daba miedo hacer sola

######

Maratón: 2/5

Publicado: 16/06/2021

Bri

Un Amor Entre LibrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora