Devuelta

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Soy Jo Yeo-jin, tengo 14 años y soy de Busan, Corea del Sur. He vivido en Hong Kong desde los 6 años, mis madres decidieron que volver a Corea es mejor para que no me acostumbre solo a la cultura de aquí, ya que una de mis madres es de aquí de China.

Estábamos en el avión mientras escuchaba música y miraba a mis madres dormir, baje la mirada observando el como sus dedos estaban entrelazados no pudiendo evitar sonreír, no existía personas en el mundo que pudiera admirar más que a ellas dos. Mire a la ventana sintiendo emoción de poder volver a ver a mi hermana mayor, la emoción solo aumento al recordar que no estaba viajando en avión privado, a pesar de que mi mami siempre nos dice que es inseguro viajar en un avión normal, aún no entiendo el porqué, si las personas suelen viajar en esos vuelos, pero por esta ocasión me complacieron porque mi cumpleaños se acerca.

- ¿Cómo puedes soportar estar despierta? - pregunta la mujer de cabello corto tomando mi mano y llamando mi atención

- ¿Ah? - respondo con duda sin haber escuchado lo que dijo mi madre y quitando mis auriculares

- Olvide esas cosas - dijo refiriéndose a mis auriculares - ¿No tienes sueño? Yeojinnie - dijo con dulzura

- No - negué con mi cabeza y me abrazo al brazo de mi madre

- Te envidio~ - vio su reloj con un poco de dificultad luego miró a la ventana - prácticamente ya llegamos a Corea.

Y así era, luego de 5 minutos ya podía observar como llegábamos de Francia a Corea. Antes de venir aquí decidimos disfrutar un poco de vacaciones y ver a mi hermana allá, pero no pudo ir.

El avión aterrizó y comenzamos a caminar con nuestras maletas y aunque nos costaba cargarlas todas, me seguía sintiendo feliz. Los trabajadores de mi madre cargaron nuestras maletas al final, mientras el conductor conducía a nuestro antiguo hogar, me sentía muy ansiosa de volver a aquella casa donde tenía muy pocos recuerdos, pero mis pensamientos fueron interrumpidos por el celular de Mamá.

- ¿Hola? - dijo la castaña al responder el celular - Oh cariño no pasa nada... Puedo decirle al conductor para ir para allá - dijo con suavidad

- ¿Qué pasa? cielo - preguntó la peli-corta y la nombrada apartó su celular un poco para responder

- Heekki dice que está en el orfanato porque se tuvo que quedar allá por un problema ¿Será que podemos ir para allá? - responde la mayor

- Claro, así vemos a las demás niñas - sonrió - Volverás a ver a tus antiguas amigas Yeojinnie - acarició mi cabello mientras que mi otra madre le avisaba a mi hermana y le decía al conductor para cambiar de ruta.

Antes me sentía ansiosa, ahora mis nervios podían ser un dinosaurio gigante que podría comer toda la ciudad. Iríamos al Orfanato de mis madres a saludar a las demás niñas, pero... no recordaba muy bien a las demás y como no les tenía confianza me sentiré un poco tímida.

Mis madres se susurraban cosas en el oído de la otra y aunque me sentía curiosa por lo que hablaban mire a la ventana, observando cómo cada vez estábamos más cerca de la entrada del orfanato y ahora si estaba más nerviosa.

Vi a Heejin sonriendo y a las demás no las reconocí, al bajar del auto salte a los brazos de Heejin

- ¡Hola! - saludo mi hermana mayor recibiendome en sus brazos

- ¡¡Heekki!! - pataleo feliz en sus brazos para luego mis dos madres unirse haciendo un abrazo familiar visto por las demás chicas

Después de soltarme y mis madres abrazar a las otras niñas, Quede tomada de la mano de mi hermana sin querer acercarme, hasta que llegó otra chica sonriéndome.

¡Mirame A Mi! [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora