Especificaciones: la naranja es un recurso que deben utilizar obligatoriamente, pero solo puede ser mencionada UNA VEZ. Debe estar presente en todo el relato.
Condiciones: género romance, narrado en primera o tercera persona.
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El rey y la naranja
Érase una vez un rey que buscaba un príncipe con el cual casarse. Para encontrar al indicado tenía una idea muy peculiar, los pretendientes debían enviarle una fruta con un mensaje escrito, el que cautivase su corazón sería su marido.
Las frutas comenzaron a llegar de todas partes del reino, miles de plátanos con mensajes lascivos, cientos de berenjenas prometiendo falos inmensos y unos cuantos pepinos poco creativos.
El rey estaba desconcertado, ¿Por qué todas las propuestas tenían connotación sexual?
—Los hombres solo piensas en sexo su majestad—afirmo un sirviente.
Ante la falta de creatividad y amor, el rey cambio la convocatoria, prohibía el contenido sexual y las frutas fálicas.
Esta vez llegaron muchas menos frutas, algunas sandias ofreciendo dinero, unos cuantos mangos ofreciendo poder y otras frutas exóticas con mensajes similares. Ningún mensaje se fijaba en los sentimientos del rey.
—Los hombres solo piensas en dinero y poder alteza—dijo un plebeyo.
Decepcionado, nuestro rey en busca del amor decidió cancelar la convocatoria y resignarse a morir solo, de repente entro corriendo un mensajero con una última fruta, esta era diferente, se la entrego el rey, él leyó el mensaje.
"Porque nuestro corazón es diferente al de los demás".
El rey se derritió en amor, ordeno inmediatamente buscar al que envió la fruta. A las pocas horas se hicieron presentes miles de pretendientes afirmando ser los emisores del mensaje.
Se les interrogó uno a uno, nadie pudo decir con exactitud que fruta se había enviado, aparte, su corazón era vulgar.
Después de varios interrogatorios, llegó un joven delgado y muy moreno, antes de que el rey dijera una palabra, el joven lo miro a los ojos y le dijo:
"La naranja alborada me hace llorar".
Clones a mi alrededor hay cientos, y miles más.
Tú y yo estamos hechos para amar..." .
"Porque nuestro corazón es diferente al de los demás" .
Recitaron los dos al mismo tiempo, el rey lanzo gritos de alegría pues había encontrado a su marido.
