✎Plan F.°☆ Pt. Final

266 42 31
                                    

━─━─━─「✦」─━─━─━─
Unas cuántas semanas tuvieron que transcurrir para hacer entrar en razón a cierto albino, le costaba admitir todo los sentimientos hacia un híbrido de orbes albino creando un universo paralelo donde gritaban a las olas todo su amor, lo único que no podría hacerlo, la había cagado en grande al escuchar su orgullo y dejar ir a uno de sus mejores amigos.

Tantos momentos felices que ambos tuvieron al reventar Karmaland entre risas y minas, sin embargo, siempre el recuerdo de Fargan caía en sus sueños, aquel rostro aglijido rebasando lágrimas de rabia por sus malos comentarios, su mala indecisión, por ser tan cobarde.

Justo esa mañana, Willy observaba estupefaciente la ventana de su habitación dejando volar al aire palabras de lamento que jamás llegarán a oídos de su compañero, desde que volvieron del exilio tuvo que aprender a controlar sus sentimientos. Se volvió un guerrero débil, incapaz de vivir por su cuenta, ansioso, incluso retomo a fumar al sentirse agobiado.

Ya no soportaba esa sensación desgarrador presionando su corazón, tenía que hablar con Fargan urgentemente y gritarle todo lo que callaba su corazón. El amor le ha dado verdaderas patadas dejándolo en una nube imaginaria que solo podía tocar, presentir y creer que es real en su mente, necesitaba desnudar su alma.

Estaba decidido a decirle todo a Fargan y disculparse.

El albino elevó su cuerpo de su cama para perseguir su mayor sueño, iba a escuchar los consejos que tanto le decía Luzu cuando llegó, debía disculparse por ignorarlo, por tratarlo tan mal y especialmente, disculparse por jamás contar su plan F.

—Ojalá estés en tú casa—Murmuro para si mismo abriéndose paso por el pasillo.

La gente del pueblo tomaba a Willy cómo una persona psicópata, un lunático, un idiota, solo eran simples palabras, quién conocía verdaderamente su personalidad fue a la persona que rompió su corazón recordando un mal amor del pasado.

Pisadas profundas retumbaban en las paredes de madera que construyó aquel amante del peligro, estaba dispuesto a explorar hasta la más mínima piedra para encontrarlo, no le importa que prohíban verlo.

Iba a amarlo sin reproches que era capaz de reventar todo el pueblo para encontrarlo.

Corrió como diablo por el pueblo preguntando a cada aldeano por la presencia del híbrido, la mayoría negaban haberlo visto o simplemente, llevaban días sin verlo jugueteando, no iba a darse por vencido y pensó allanar su casa a inspeccionar su estadía.

Solo que no espero en lo absoluto encontrar un espacio vacío en donde debería estar la casa del híbrido, tampoco entendía porque estaba un grupo de constructores en ese espacio acompañado de una chica de mediana estatura indicándole que hacer en ese espacio.

—Oh, guerrero Willy— Saludo sorprendido Merlón al divisar a un furioso Willy posicionarse a su lado.

—Merlón, ¿Que sucedió con la casa de Fargan?—Pregunto exasperado reprimiendo toda ganas de llorar.

—Lo lamento, ¿De quién habla Willy?—

Aquellas palabras taladraron cada rincón de su cabeza, negaba aceptar la idea que no recordaba al primer híbrido del pueblo a parte de Rubius, seguro le estaba jugando un broma bastante pesada y Fargan a la mejor decidió mudarse.

Si, si, seguro eso.

—Es una buena broma, anciano—Burlo nervioso Willy rascando sus hebras albinas.

—No bromeó, este espacio fue asignado para la novena heroína. Déjame llamarla—El anciano hizo un leve seña a la señorita que camino sonriente a ese par—Te presentó a la señorita Farah, ella es una híbrida de búho y viene acompañada de su hermana Aroia—Merlón señaló a la otra chica de cabellos rubios que conversaba amenamente con los constructores.

Plan F | [Willgan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora