✨Extra Nro. 1✨

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La reencarnación es una leyenda que muy pocos creyentes en astrología, líneas temporales y universales lleguen a tomarse en serio, optando a repetir la historia de algunos héroes que seguían buscando sed de aventura o mejor dicho, sus almas aún buscaban reencontrarse con su verdadera alma gemela.

Está nueva vida originó en la época de los atracos, tripulaciones, traiciones, exactamente en la época de los piratas, sirenas, tesoros, cualquier hecho irrealista que un ser humano creería ilegal.

Un grupo de 11 piratas embarcaron a una aventura en alta mar con la misión de llegar a una isla de alto renombre como lo era isla Calavera, todas esas almas estaba expectantes al peligro que se cruzarían, con los amores que encontrarían y con las amistades que reencarnarian.

Asimismo, las primeras embarcaciones en chocar tierra fue un grupo de cinco piratas que corrían entusiasmados por el muelle que construyó de manera rápida los dioses para darle la bienvenida, estaban impacientes por la nueva aventura que atravesarían en esa vida, especialmente, Vegetta que capitaneaba a ese grupo comprendido de Rubius, su actual pareja desde 2 reencarnaciones atrás, Alex y Willy, sus dos mejores amigos que lo han acompañado desde sus 10 encarnaciones y Aroia, una chica que conocieron en el muelle de Isla peligro.

—Finalmente, estamos en tierra chavales. Estaba cansado de lo mal conductor que era Alex—Hablo un mareado Rubius que escondió su rostro en un arbusto.

Aroia y Willy compartían sonoras risas acompañado de los bufeos de Vegetta, el pobre aún esperaba a otros 5 tripulantes que lo dejarían más calvo que su escuadrón original.

—Y hablando de tontos—

Una armónica embarcación de otros cinco piratas tuvo una abrupta parada observando cómo todos caían al mar a excepción de un moreno que sujeto sus brazos de las escalerillas del muelle, Elyas soltó un suspiro alzando su vista al muelle encontrándose a uno de sus mejores aliados.

—Buenas tardes Vegetta—Exclamo entre sonrisas elevando su cuerpo al muelle.

Vegetta y Elyas compartieron un fuerte apretón por el largo tiempo que no se veían, justo 5 reencarnaciones, no era por presumir pero el orbes morados las tenía contadas. Estuvo muy lindo aquel encuentro hasta que un grupo de Noobs corrieron a abrazar a su mentor para el expresarle cuánto lo extrañaron provocando carcajadas más que grandes del grupo maravilla que tenía rato peleando por quién era mejor conductor.

Esa aventura estuvo apunto de empezar en ese muelle, sin embargo, nos dirigiremos a otra aventura de riesgo que sucedía al otro lado de la isla donde un híbrido corria como alma que lleva al diablo por olvidarse completamente que debía recibir a los nuevos piratas en el muelle, en su defensa se quedo dormido por culpa de Juan que no dejo de joderlo toda la noche junto a Alex que debía reencarnar sin miedo en ese universo.

Fargan llevaba más de 3 vidas sin reencarnar por estar cuidando aquel equilibrio cósmico en la tierra de los híbridos y humanos, no le vio sentido regresar para estar lleno de infelicidad a lo que los dioses aprendices decidieron molestarlo hasta hacerlo entrar en razón de volver.

Juan y Alex le replicaron subjetivamente que llegaría el tiempo de regresar, no siempre iba a quedarse como alma despechada en la villa de los dioses, accedieron a convertirlo en Dios para que protegiera desde las alturas ambos mundos pero no esperaron que jamás quisiera volver a pisar aquel mundo que lo hizo feliz alguna vez.

Y ahí lo ven corriendo como idiota a través del pueblo con la simple tarea de presentarse, como el onceavo pirata y guía designado para recorrerlos por la isla incluso explicarle el funcionamiento de sus vidas.

Su corazón latía como una bomba en explosión cada que pisaba con intensidad parte de la tierra húmeda que logró resbalarlo por las escaleras, cada espacio de su cuerpo chocaba con la superficie rocosa que dejaría marca luego permitiéndose chillar de dolor cuando llegó a tierra.

Fargan sintió su cuerpo detenerse contra algo provocándole un chillido más exagerado, estaría muy tranquilo en su casa, pero no, lo dioses decidieron mandarlo a la tierra en nombre de los supremos para que guiarán a los piratas.

Una sombra ajena había observado como rodaba el cuerpo del desconocido por esas escaleras, sintió una penilla en su interior cuando sus compañeros se reían de la torpeza de ese piratilla a lo que optó a acercarse al herido brindándole un poco de ayuda.

—Esa caída fue brutal, tienes que tener más cuidado rata—Quejo entre dientes Willy agachando su cuerpo para prever que no haya heridas profundas.

Ese orbes ámbar seguío quejándose del dolor sintiendo una mano ajena entrelazar la suya para alzarlo de golpe generándole un mareo, iba a quejarse de lo brusco que fue quien lo ayudó dándole pasó a sus ojos de abrirse y visualizar la silueta de su rescatista.

—Willy—Susurro para sí mismo soltando pequeñas lágrimas de sus ojos.

Ahí estaba la razón de sus lamentos mirándole con sorpresa y confusión.

—Fargan—

Ambos no podían creer que después de tres reencarnaciones pudieron volver a encontrarse frente a frente sin complicaciones, sin peleas estúpidas de medio, y todo por una absurda caída en las escaleras.

—Idiota... ERES UN MALDITO IDIOTA—Grito con rabia Willy dándole una cachetada a Fargan.

El híbrido no espero ese golpe tan gratuito luego de la caída que sufrió por las escaleras, estuvo apunto de protestarle hasta que los labios del albino invadieron los suyos con bastante desesperación, Fargan sonrió nostalgicamente sosteniendo como una porcelana cara aquel rostro pálido para explorar con más prudencia aquel beso.

Después de tanto tiempo, sus almas lograron encontrarse de la peor manera posible

¿Quién diría que el plan F de los dioses funcionaría después de todo?

Plan F | [Willgan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora