Capitulo 1:

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“El mejor olor, el del pan; el mejor sabor, el de la sal; el mejor amor, el de los niños. –Graham Greene”

 

-Hola, soy Harry, Harry Styles. ¿Quieres ser mi amigo? –Preguntó el pequeño rizado de ojos verdes.

-¡Claro! Soy Louis Tomlinson. –Respondió el niño castaño de ojos azules. –Te presto mi muñeco, toma.

El menor, con cuidado tomo el juguete que el mayor le otorgaba.

-¡Seremos grandes amigos! –Comentó riendo el ojiazul.

-¡Si, seguro! –Rio el rizado. 

Lo que Louis no sabía es que Harry, a pesar de sus cortos ocho años había estado observándolo desde su ventana por más de un año, preguntándose si debía hablarle, si era correcto que a un niño le gustara otro de su mismo sexo. Hasta que esa tarde, se armó de coraje y con gran temor fue a hablarle.

-¡Se hace tarde, a casa Lou! –Gritó Johannah.

-Voy mami. –Respondió el aludido tomando a Harry por su brazo y arrastrándolo hacia su hogar. –Este es mi nuevo amigo, vive aquí frente. ¿Puede quedarse a jugar conmigo?

-Mh, claro. –Contestó la mujer mirando a la nueva amistad de su hijo, sabía ese niño había estado observando a su bebé durante mucho tiempo y es no le agradaba nada .

Luego de varias horas divirtiéndose, el timbre de los Tomlinson sonó, Johanna fue apresuradamente a abrir y detrás de la puerta se encontró con Anne, la mamá de Harry.

-¿Mi hijo está aquí? –Preguntó la mujer sin siquiera saludar.

-Era hora que vengas por él. –Contestó con sumo desagrado para luego llamar al niño.

Una vez que este se encontró con su madre, la puerta se cerró fuertemente y ambos cruzaron hasta su casa.

-¿Cómo sabías que estaba ahí, mami? –Consultó el pequeño una vez dentro.

-Intuición de madre, amor. –Respondió la mujer acariciando los risos del menor.

Aunque la verdad era otra, la mujer había visto a su hijo observando a su vecino durante todas las tardes y cuando este había dicho que iría sentarse en la entrada de la casa, la mujer no dudó ni un minuto que realmente iría a hablarle a ese niño que todos los días observaba. A ella realmente no le importaba que a su descendiente le gustara alguien de su mismo sexo -aunque de todas formas pensara que era algo infantil y algo que con el tiempo olvidaría-  lo que realmente temía era que su bebé sufriera las duras críticas de una cruel sociedad.

365 días contigo. |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora