Guardaespaldas Temporal [BL]

24: Estrellas en el cielo

Como iba a ir donde la familia Gao, el sábado, Zhai Chen sacó especialmente su camiseta negra y sus pantalones negros del fondo de la caja, y agarró un poco de gel para el cabello del tío de la peluquería de la planta baja. Esto haría que su cabello suelto se viera más elegante. Mirándose en el espejo de la peluquería, se puso las gafas de sol que Gao Yusheng le había regalado.

—¿Qué dices? ¿Es lo suficientemente profesional?—. Zhai Chen le dio unas palmaditas en la espalda a Fang Chuyang, quien también iba a trabajar horas extras.

—Bueno, si te agregas un tatuaje en el brazo, podrías ser arrestado en la estación de policía, solo para completar el estándar de arresto de pandillas de este mes—. Fang Chuyang lo tomó de los brazos con frialdad mientras le hablaba con sarcasmo.

—Las personas pobres que no pueden costearse a un guardaespaldas no saben cómo apreciarlos—. Zhai Chen expresó su desprecio por el conocimiento superficial de su hermano.

Las dos personas se miraron disgustadas por un momento, y luego se separaron.

Lo inesperado fue que Gao Yusheng estaba trabajando en la empresa, siendo una persona que nunca trabajaba horas extras. Esto sorprendió bastante a Zhai Chen. El edificio no estaba tranquilo el sábado y muchos propietarios de pequeñas empresas quedaron profundamente impresionados por la práctica de Zhou Bapi en "El truco para que el fuego de la estufa se vuelva de un brillante verde" donde decía: "No es que la empresa estipule que tienen que trabajar horas extra, es solo que sus superiores trabajan muy duro".

Así que se vieron medio obligados a trabajar horas extra, con innumerables historias inspiradoras: un miembro del personal dedicó su tiempo libre después del trabajo todos los días a promocionar productos para los clientes y se convirtió en un campeón de ventas. Una mujer de apellido Mo, que estaba embarazada de nueve meses, completó con éxito un proyecto de 100 millones de yuanes y fue ascendida después de dar a luz.

Por lo tanto, el sábado, el edificio "Fortuna" todavía estaba lleno de todo tipo de jóvenes. Solo el piso 23 de la Empresa Biao Dian estaba particularmente desierto. Frente a la puerta, en la maquina para marcar la entrada y salida de los trabajadores estaba brillando una luz guiadora y solo apareció una ráfaga de rugidos de servidores de la empresa. Como guardaespaldas, Zhai Chen estaba asustado en ese tranquilo ambiente y rápidamente se dirigió a la oficina del CEO.

Las persianas estaban cerradas y la habitación estaba oscura y silenciosa. Al principio, al entrar en este entorno, Zhai Chen estaba casi ciego, solo para ver el único lugar que tenía luz. Gao Yusheng se sentó en una mesa con sus auriculares colgando, y la luz de la pantalla iluminaba su rostro, haciéndolo ver como una estatua con un solo foco de luz en un museo.

Al percibir a alguien, Gao Yusheng levantó los ojos. Sus ojos, que originalmente eran estáticos y fríos, se volvieron gentiles en un instante al ver claramente a la persona que se acercaba, aún así, el cambio fue tan rápido que fue difícil de capturar.

"Click", Gao Yusheng se quitó los auriculares y presionó el mouse. Así, las cortinas se abrieron automáticamente.

Por lo general, la gente entrecerraba los ojos cuando la luz entraba en los ojos de repente, pero Zhai Chen no tuvo esta reacción. Cuando pudo ver las cosas con claridad, caminó directamente hacia Gao Yusheng. —¿Por qué no me dijiste que trabajarías horas extras? ¡Es demasiado peligroso venir solo!

La empresa estaba vacía y la seguridad de este edificio no era confiable. Si un Castigador de Dios venía aquí, de seguro él moriría.

—No lo harán durante el día—, dijo Gao Yusheng con confianza y volvió a mirar la pantalla de la computadora. —Hay cosas que no puedo operar en casa. Necesito usar el servidor de la compañía para trabajar—. La última frase la utilizó para explicar por qué vino aquí a trabajar horas extras.