CAPÍTULO 1

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Siempre le gusto su color natural, jamás se había quejado de eso, y hace mucho estaba pensando en teñirse el cabello, pero no tenía suficiente tiempo. Pero desde que su madre murió por hipo quiso cambiar todo. Paso cinco meses en una cama, había perdido su empleo. Su padre la dejo sola, poniendo su tristeza ante que la de todos.

Hasta que por fin pudo conseguir trabajo en Seattle, sin la ayuda de su padre, sin el apoyo de su madre. Estaba empezando su año como internado. Estaba segura que podía lograr todo lo que se propusiera.

—Bienvenidos al Seattle Grace.

Estaba emocionada por poder convertirse en cirujana. Tenía mucho conocimiento en todo, su memoria fotográfica la ayudaba bastante, entonces se le hacía mas fácil todo.

Les enseñaron todo a todos los internos, parecían algunos competitivos y otros con mucho miedo al ver la sangre. Eso le causaba risa, venían a convertirse en cirujanos pero le tenían fobia a los intestinos, sangre, cerebros.

Ella se sento junto a su locker mientras estaba leyendo un libro. Levantó la mirada para ver a un chico que estaba respirando bastante rápido, estaba bastante asustado.

—Relájate, solo respira hondo, es nuestro primer día, no tengas nervios. Siéntete bien porqué llegaste aquí —Ella le habló. Y se dio cuenta que estaban solos, los demás internos se habían ido.

—Ay, lo siento verdad si te moleste —el chico le temblaba la voz.

—Ay, no. Tranquilo —ella le sonríe.

—Oh... —Él se sento junto a ella, quedando frente a frente— Eres realmente hermosa —Lexie se sorprendió un poco con el halago del chico— ¡Ay! Sin intención de incomodarte, lo siento. Es que, tienes una linda sonrisa.

Lexie le vuelve a sonreír, sabía que él chico era sincero con ella, lo cuál le causaba mucha ternura.

—Soy Lexie Grey.

—Levi Schmitt.

Era un chico bastante lindo, sus anteojos, su mirada, se veía bastante bien en uniforme, pero algo nervioso.

—¿Por que estás tan nervioso? —Lexie cerró su libro mientras le ponía atención al chico.

—Bueno... hace un rato deje caer mis anteojos en un paciente, ahora todo mucho me llama anteojos... —Él se río de si mismo.

—Ah, sí. Lo vi también, ¿no has pensado en usar lentes de contacto?

—Sí, ya los ordene, por mientras voy a usar anteojos con una liga. No quiero volver a cometer el mismo error...

—Si alguien te molesta dímelo, porque todos cometemos errores, no puedes dejar que te pisoteen —La sonrisa de Levi era bastante notable.

Normalmente todo mundo se burlaba de él, nunca jamás nadie lo ha defendido y siempre se sintió como si tuviera algo malo. Y se sorprendía que una chica bastante hermosa le diga todo eso.

—Muchas gracias, Lexie.

*

Pidió de nuevo otro whisky. Ya era como el vaso numero siete que se bebía, se sentía un poco mareada. Y sus hormonas estabas descontroladas.

—¿Tomando sola? —un hombre apuesto se sento al lado de ella.

¿Era apuesto o solo estaba demasiado ebria? No le importaba en ese momento, solo le importaba que estaba ardiendo de lo caliente que estaba.

—Lamentablemente sí.

—¿Quieres un poco de compañía? —Él se acercó un poco al rostro de la chica, haciendo que ella sienta su aire caliente.

Rebuilding The DestroyedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora