Hitoshi es un chico de 15 años con muchos hermanos y padres amorosos. Su vida transcurre normalmente hasta que una tarea en pareja hará que su padre malentienda todo, después de lo que vio, ya nadie parará su emoción.
- Hey... estás bien? - pregunto al ver que habré los ojos. - Dónde...- murmura él, se da cuenta y sale de la cama de inmediato. - Lo siento mucho... - Cálmate...- dije sonriendo, él se sonrojo y se sentó en la cama. - De verás crees que yo no soy un perdedor? - maldito! Va hacer que lo repita otra vez? - Claro que no...yo creo que eres alguien admirable...- susurro y le sonrio. Él se sonroja y sonrie, vaya...al parecer el pelirrojo es un chico amable, sensible y... malditamente inseguro...suspiro y salgo de la habitación. - Hajime, tus padres llamarón y dijeron que no estarán en casa por un mes...- su sonrisa se desvaneció y el Hajime sonrojado desapareció por completo. Me quedé quieto. - vivirás conmigo hasta entonces... Hajime se estremeció y me miro como un tierno cachorrito. Salí corriendo de ahí. Qué carajos dije? Al día siguiente, entregamos la tarea y fuimos a nuestros lugares. En el recreo observe que Hajime había desaparecido otra vez. Cuando llegue a la parte trasera del colegio lo encontré. No entendía como rayos se las arreglaba para meterse en tantos líos él solito. Varios compañeros lo rodeaban, se burlaban y otros querían golpearlo. Me acerqué y aleje a todos de ahí. Hajime me miró con el mismo rostro de ayer. Inexpresivo... Todos pedían explicaciones a gritos. Yo seguía sin decir nada hasta que me aclare la garganta y levanté la voz. - Que les hizo?! - se hizo el silencio absoluto. Un idiota se adelantó y dijo: - El simple hecho de ser un perdedor nos enfada! Además, qué carajos te importa a ti? Es tu novio o que? - sabía que la pregunta era sarcástica pero no aguante el insulto a una persona tan amable y buena. - Si. Hajime es mi novio...- dije con calma, el tipo retrocedió asustado. Si, una de las ventajas de ser rico es que cualquier persona con la que te relaciones sentimentalmente estará protegida hasta que la enemistad los separé. Hajime tenía varios rasguños en la cara que parecían sangrar. Lo cogí del brazo y me lo llevé a un lugar apartado. - No tenías que hacer eso por mí... - susurro al llegar. No le respondí y cure sus heridas cariñosamente. El gemía de dolor de vez en cuando, en especial cuando le puse alcohol. Eso me puso rojo, no soy un pervertido pero si ustedes hubieran escuchado la forma en que gemía les hubiese pasado lo mismo.
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Al terminar me senté junto a él y bostece. Qué cansancio...era muy agotador estar en ese colegio. - Gracias...es muy amable de tu parte curarme...- murmuro él, frotando sus manos con nerviosismo. - Descuida...ah y...hoy nos vendrán a buscar así que no te pierdas, si?- él solo asintió con la cabeza y se puso de pie. - Mejor me voy...seguro que soy una molestia...- lo miré fijamente y lo tomé de la mano. - Ya te dije que no!! Eres un chico bueno y lindo! Por qué carajos crees que me eres molesto?- lo llevé afuera y camine con él, tomados de la mano. - Oigan, todos!!! Él es Hajime Sasaki!!! Mi novio!!! Pobrecito de aquel que le haga algo!! - grité mientras levantaba su mano. Él se sonrojo y quiso huir pero yo lo tenía agarrado con fuerza. Lo llevé al salón y me conseguí un lugar junto a él. El profesor dió clases a alumnos que se la pasaban viendo a la nueva parejita. Malditos chismosos! A la salida Hajime no quiso salir y pronto me di cuenta por qué...afuera estaba el tipo gordo y sus secuaces. Pinche cabrón! Llamé a mi guardaespaldas y le di los datos. Cuando llegaron los barrieron...pero Hajime estaba muy asustado y...se desmayó otra vez el muy desgraciado. - Hajime...estás bien?- pregunté cuando despertó. - Si... gracias por ser tan...- se quedó congelado y se durmió otra vez. Mi madre supo de inmediato que eso no era normal y llamó al doctor. Este revisó a Hajime y descubrió que tenía anemia. Además sufría de estrés.
