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La japonesa tenía una sonrisa, y su madre notó esa felicidad en su pequeña Minari

Estaban cenando, su padre aún no llegaba a casa y la chica llegó hace unas horas de la escuela

Madre: Sucede algo, Mina?

La distraída japonesa salió de sus pensamientos al escuchar la voz de su madre, negó con su cabeza

Madre: Pues, sí no es así.. me cuentas el motivo de tú sonrisa, no sueles sonreír mucho

Mina: Nada... Sólo estoy feliz, me voy a dormir ma tengo mucho sueño

Madre: Buenas noches, hija..- gritó, y miró a su hija perderse escaleras arriba

Mina: Igualmente..- contestó ya en la puerta de su habitación

Se tiró a su cama, enterrando su rostro en la almohada se giró quedando boca arriba y miró el techo pero en realidad su mente estaba en otra parte

No podía dejar de pensar en su maestro guía, en esa sonrisa tán encantadora

Un trueno la hizo asustarse y salír de su propio mundo, se levantó para cerrar la ventana no sin antes hechar un vistazo hacia fuera, las personas en la calle corrían cómo locas buscando refugiarse cerró su ventana, fue a cepillar sus dientes y se puso su ropa de dormir para luego meterse entre sus sábanas

...

El joven Chaeng caminaba por las calles en aquel pueblo

En su mano derecha sostenía un paraguas y en la otra cargaba una bolsa de papel con algunas cosas dentro que compró en la tienda

Era su primera vez viviendo en Japón, en un pueblito cerca de Kyoto y la verdad lo estába disfrutando la gente era muy amable en aquel lugar y ése pequeño pueblo era bastante bonito

También era su primera vez siendo profesor, amaba el arte, y sin duda el que estaba plasmado en su piel también

Llegó a casa, dónde se estaba quedando desde que llegó, una señora muy amable la cual vivía sola le había rentado un cuarto muy acogedor al fondo de su casa

Chaeng: Buenas noches, señora Byun..- Sí, la abuelita era coreana

La anciana le había contado al joven Chaeng en una de sus varías noches de café juntos, que, cuando ella era una muchacha muy joven había conocido a su difunto esposo el cual era japonés, cuando se casaron el se la llevó a ese pueblito y que ha vivido ahí desde hace unos 45 años ya, la señora tuvo solo un hijo pero ese chico había muerto a los 23 años a su misma edad, en un asalto hace muchísimos años atrás

La señora Byun siempre lo encontraba parecido a su hijo, era así de alto y apuesto, Son también podía sentir ese calor que sólo una madre puede dar junto a la anciana

Sra.Byun: Oh, pero mira hijo se te ha venido la lluvia encima..- Dijo pasándole una toalla

El chico dejó el pequeño paraguas en el porche de la casa y tomó la toalla

La lluvia estába fuerte y era con viento, así que logró alcanzarle mojandole un poco los brazos, la espalda y su parte inferior del cuerpo

Chaeng: En realidad no fue mucho..

Sra.Byun: No fue mucho dices?, Mira tus pantalones cómo están.. dame eso..- le agarró la bolsa con las compras.- ve a cambiarte o te vas a resfriar con esa ropa mojada

El coreano le sonrió hizo una pequeña reverencia y fue a su cuarto para cambiarse

Cualquiera que entrara a ésa habitación pensaría que era un total desastre o que posiblemente ahí vivía un puerco

Habían lienzos vacíos por aquí por haya, pinceles y envases de pinturas en las esquinas de aquel cuartito

También habían algunos libros en el piso y cuadernos con muchos dibujos elaborados por él mismo, aún lado estába el colchón donde dormía y una maleta con su ropa

Apesar de aquél desastre que se podrían imaginar, él joven decía que ese era su orden y aunque pareciera todo desaliñado para él se le hacía más fácil encontrar lo que necesitaba por que ya sabía que lugar le daba a sus cosas

El chico se cambió y fue a la cocina donde se encontraba la anciana esperándolo con su cena en la mesa

Chaeng: Muchas gracias..

Sra.Byun: Espero que te guste, hijo

Chaeng: Umm... Está muy rico señora Byun

Sra.Byun: Me alegra que te guste, desde hacía días he querido cocinarte comida coreana.. si quieres más me avisas

Chaeng sólo asintió con la cabeza, tenía la boca muy llena, la señora río

Después de eso le pidió 2 raciones más, yéndose full a la cama

No podía dormir así con el estómago tan lleno, se levantó y agarró uno de sus cuadernos para dibujar el paisaje que veía a través de la ventana era el pequeño jardín de la señora Byun, su comida en su estómago bajó después de varios minutos

Se acostó nuevamente, la lluvia aún no paraba pero el ritmo había cesado, se durmió en cuestión de minutos




Sólo de tí! || MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora