Como La Primera Vez

Capitulo 6

—Rojo o azul.

Estaba en la boutique de la madre de Lily, escogiendo un vestido para llevar a la cita con Marco. No me gustaba mucho usar vestidos era más de usar pantalones y playeras anchas eran mucho más cómodas.

Amber la madre de Lily era muy amable en prestarme uno de sus vestidos, ella era una diseñadora muy reconocida y de las mejores, tenía una grandísima boutique, tenía muchas empleadas y entre ellas yo, trabajaba en atender a la gente y decirles lo bien que se veían para animarlas.

—Creo que el rojo es bonito—comento Amber.

—Pienso lo mismo te hace buena figura, ahora vamos mi niña póntelo o se hará tarde. —dijo mi mejor amiga.

***

Me encontraba parada afuera de la tienda esperando a Marco, dijo que pasaría por mí a las seis en punto. Me estaba muriendo de los nervios.

Sentí una oleada de aire y olor a gasolina cuando vi que marco había estacionado su carro último modelo frente mí, bajo la ventanilla y tenía una sonrisa perfecta.

—Vamos chica sube, nos cerraran la heladería—me hizo una seña con la mano.

subí inmediato.

***

—Y así fue como gane en la carrera en Natación.

Estaba sentada en una de las mesitas de la heladería, escuchando a Marco que me contaba sobre todas sus experiencias en los deportes. Me encontraba muy nerviosa, solo estaba asintiendo con la cabeza y comiendo del helado.

—El árbitro era muy ciego—se empezó a reír—hice una pequeña trampilla para avanzar más, y así fue como tomé ventaja y gané, él ni siquiera se dio cuenta.

—Pero eso es juego sucio.

—Vamos Dayana no seas aguafiestas, a veces hay que tomar ciertas medidas para conseguir lo que queremos, en esta vida tienes que hacer cualquier cosa para lograr algo, así eso implique decir unas cuantas mentiras.

Sí, pero eso está mal. No hay algo que odie más que las injusticias.

No lo dije porque no quería quedar como una aburrida delante de Marco tenía miedo de que pensara que era así.

—Eh...supongo.

Me sentía incomoda, no sabía de que hablar con Marco.

—Y ¿tienes tus pasatiempos?

Pregunto.

—Si me gusta mucho leer...

No digas eso mujer lo vas a espantar del aburrimiento.

—Oh bueno también me encanta ir a fiestas y bailar.

Mentirosa

Cállate conciencia.

—Interesante... creo que tenemos muchas cosas en común.

Y así fue como no la pasamos hablando sobre nosotros, más el sobre sus conciertos en restaurantes, dijo que algún día me iba a invitar a uno.

Al final él se ofreció a llevarme a la residencia.

—Adiós Marco me pareció muy divertido.

—Igual a mí, nos vemos luego Day—me guiño y desapareció por el camino.

Subí por las escaleras de la residencia, en camino a la habitación.

Casi muero del susto cuando veo a mi mejor amiga sentada en la silla de rueditas, alumbrada por una sola lámpara, con una sonrisa curiosa y la cara embarrada de una mascarilla verde.