Era una noche oscura, tan oscura que daba miedo, porque el cielo pocas veces se dejaba ver de aquella forma tan sombría, todo estaba tranquilo y silencioso, era una sensación demasiado abrumadora porque la misma calma que se supone debería de ser reconfortante era perturbadora, muy perturbadora. Era similar a una perdida de sentidos absoluta, la oscuridad te impedía ver con claridad, el silencio te hacía creer que habías dejado de escuchar, lo demás era como un juego que tu mente te hacía, donde lo peor que le puede suceder a una persona ocurría. Quedarse desprotegido y vulnerable ante un miedo atroz.
Y quizá fue un alivio cuando aquella horrible y exasperante tranquilidad se vio rota. Porque fue reconfortante ver luces y escuchar sonidos estruendosos, así los miedos se irían dejando solo la sensación de que la naturaleza fue traviesa y solo jugó con una mente tan manipulable como lo es la del ser humano.
Un escuadrón de patrullas.
Un escuadrón de patrullas es a quien se le tiene que agradecer la perturbación de la terrorífica tranquilidad que se estaba viviendo.
Este escuadrón llegó al vecindario a una casa en específico, la reconocieron porque justo como se había dicho esta estaba completamente oscura, no había ninguna luz encendida, los oficiales entraron de manera violenta a la residencia y comenzaron a buscar.
¿Buscar qué?
Esa era una buena pregunta, según el reporte que les habían dado un joven de diecinueve años había asesinado a su madre, por lo que la respuesta era clara, buscaban el cuerpo de la víctima y a su asesino.
—¡Aquí hay alguien! —Dijo uno de los policías.
Todos alumbraron la habitación con sus linternas, era el cuarto del baño y en una de sus esquinas se encontraba un joven acurrucado contra si mismo mientras temblaba, iban a ponerle las esposas, pero este en cuanto distinguió que eran policías, saltó a uno de ellos y lo abrazó.
—¡Ayudeme! ¡Por favor! ¡Asesinó a mi mamá!
Y el escuadrón completo se volteo a mirar con confusión, no sabían que pasaba.
* una hora antes*
En una estación de policía siempre se viven las peores cosas, llegan diferentes crímenes todos los días, todos horribles y cada uno te partía más el corazón, quizá no valía tanto la pena el trabajo para ver aquello y dañar la salud mental.
Llegaba el momento en el que era mejor no cuestionar las acciones del criminal, estas solo terminaban perturbando más la mente y que decir cuando simpatizas con alguno, es algo simplemente indescriptible, porque rasga tanto tu interior ver que la maldad humana solo produce más maldad, era un ciclo vicioso que estaba destinado a no terminar.
No era bueno.
O al menos Jungkook pensaba así, a sus veintiocho años vio cosas que no debería de haber visto, pero así era su trabajo.
Sin embargo, lo que realmente odiaba es el tener que ser siempre indiferente a todo tipo de cosas horribles.
Ser frío y calculador.
La realidad era que ser así, calaba su interior a un punto de retorcerlo y no dejar nada vivo porque es un ser humano y tiene más sentimientos de los que quiere aceptar.
Pero era precisamente esta frialdad la que lo caracterizaba, la que logró darle el lugar que tiene hoy en su trabajo, lo hizo un elemento esencial en su escuadrón.
Realmente Jeon es un detective muy valioso y estimado para los del alto mando, se hizo la fama con el primer caso que le dieron, fue capaz de resolverlo sin ayuda y solo con su intuición porque nadie creía en él, tuvo que apañárselas solo para poder lograr algo, pero no sabía que ese caso sería su sentencia a una vida llena de expectativas que quizá en algún momento joderían sus sesos.
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¿You or You? KookV
FanfictionUna sala de interrogatorios, dos sospechosos. Acusados de un asesinato Park Jimin y Kim Taehyung narran historias diferentes culpándose ¿Quien dirá la verdad? El trabajo del Detective Jeon es descubrirlo. Three shot Advertencia, se tocan temas deli...