Cena con sorpresa

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Eva: Así no ayudas

Paula: Joder Eva tronca, el vestido negro que va abierto por abajo

Eva: Segura?

Paula: Si Eva si, por cierto que raro que Hugo te haya invidatado a cenar así de repente no?

Eva: No se, si bueno, hemos estado hablando todos los días y no se

Paula: Hola soy Eva y cuando me gusta alguien empiezo a decir gilipolleces como si, no o no se es que bla bla bla

Eva: Idiota

Paula: Que feo eso, un segundo Evi. Amor estoy en tu despacho, hablando por Skype con Eva, no sabe si ir en pelotas directamente a casa de Hugo

Eva: Eres imbécil

Paula: Me quieres así. Amor ven a saludar

Adri: WoW, Eva estas impresionante

Eva: Gracias corazón, Paula aprende

Paula: Va escucha, pelo suelto, tacones negros y ya está si?

Eva: Que me cuelgas no?

Paula: Tengo a los suegros en el salón, se quedan hasta que nazca la niña, si necesito algo me planto allí

Eva: Vale amor, cualquier cosa nos llamás, que vamos a estará ahí

Paula: Gracias amor

*Fin*

Me termine de arreglar y salí con el coche a casa de Hugo, lo más probable era que al ir me perdiese por lo que tire de GPS aunque aún así, me perdí. Al llegar, mira aquella casa, no parecía la de un cantante, era acogedora, timbré y entre.

Hugo: Madre mía estás preciosa

Eva: Gracias, tu también vas muy guapo con tu delantal y tú gorrito de chef

Hugo: Anda pasa. Sam y Fla acaban de salir no les ha visto?

Eva: No, no se que raro. Pau está con sus suegros, si necesita algo nos llamará

Hugo: Pobrecita

Eva: Bueno, es lo que la toca

Hugo: Vino?

Eva: Normalmente diría que si, pero algo dentro de mi dice que no, así que de momento no

Hugo: Perfecto

Eva: Pero tú puedes tomar lo que quieras

Hugo: No no da igual, tienes hambre?

Eva: Si

Hugo: Pues a la mesa

Eva: Gracias

Hugo: Que tal la semana?

Eva: Bien, entrevistas, exclusivas, peleas de madres e hijas en fin un cuadro

Hugo: Pero tú bien?

Eva: Muy contenta, solo que la Loki ha cogido baja, y me toca hacer lo suyo y lo mío

Hugo: Eso está bien, así la ayudas

Eva: Y tu que tal? Se que has estado en el estudio, cenando en el Vips y en el estudio otra vez

Hugo: Me espías?

Eva: No, hijo no, pero te siguen hasta cuándo vas a cagar

Hugo: Yaaaaa, bueno es lo que toca. Berenjenas rellenas, espero que te gusten

Eva: Claro, pero esto es queso?

Hugo: Sin lactosa, alguien me avisó

Eva: Ah claro ahora se llama alguien

Hugo: Ese alguien también me dijo que te encanta el agua y que casualidad que tengo una piscina

Eva: Mmm interesante, pero no tengo bañador

Hugo: Tienes varias opciones, denuda, un bikini negro, uno rojo o un bañador azul

Eva: Que previsor no?

Hugo: Uno tiene su contactos

Eva: Es alguien ahora es un contacto no?

Seguimos hablando de todo y nada a la vez, nos estábamos conociendo, y bueno, iba bien, acabamos de cenar y fuimos al agua, era una piscina preciosa. Nos metimos, jugamos, hablamos, miramos las estrellas y nos besamos, fue bonito y tierno. Al salir fuimos a mirar el teléfono y teníamos cada uno 34 llamadas perdidas de Pau, 13 de Adri, 5 de Bruno, 2 de Sam, Mai y Flavio

Eva: Que coño?

Hugo: No se pero debe ser grave

Eva: Estoy llamando a la gorda

*Conversación telefónica*

Eva: Amor

Paula: Eva.- No paraba de llorar.- La niña

Eva: Amor que pasa? Que le pasa a la niña?

Paula: Se ha roto la bolsa y estoy de parto y no quiero

Eva: Amor, ahora vamos

Paula: No quiero Eva

Eva: Espera mira

Hugo: Enana, ya vamos vale, ya verás como la enana está estupendamente y cuando la den el alta la traemos a la piscina, y que la tita Eva le enseñe a nadar

Paula: Pero

Eva: Pau de verdad

Paula: Ya os habéis besado verdad?

Eva: La madre que la parió

Paula: Eso es que si, vendir ya

*Fin*

Hugo: Madre mía cómo está

Eva: Ella también es débil y tiene sus momentos de necesidad

Hugo: Vamos anda, te llevo en mi moto tardaremos menos

Eva: Vale

Montamos en la moto y me aferre a él, me daba miedo caerme y llegar a visitar a Paula por otro lado. De vez en cuando Hugo me preguntaba qué tal o como iba, mis respuestas siempre era yo bien tu corre. Podía imaginarme que había pasado, la suegra, la estresaba con comentarios de persona salida del siglo XVII, además no aceptaba que Paula trabajase, ni que Hugo y yo fuésemos los padrinos de la niña. Hugo aparco raudo y veloz, me cogió de la mano y tiró de mi hacia arriba corriendo

Tras las cámarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora