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Capitulo 17

Lisa (ManobanAlwaysDark)

Sé que está mal, pero comienzo a sentirme extraña.

Joy ha saludado a Jennie con un beso en la mejilla y ella ha sonreído como boba. No me extraña el desear ser Jennie, pero si el querer ser Joy.

Es como si quisiera ser las dos al mismo tiempo.

¡Lisa! ¡Ya basta!

- ¿Qué haces acá? -Pregunta tímidamente Jennie.

Joy tiene una mano tras su espalda y otra dentro de su chaqueta. La veo bastante nerviosa, pero en sus ojos está ese brillo que tanto me gusta

¿Puedes dejar de ser tan tierna, Manoban?

- Yo... Quería que... Yo... Te traje... Ya sabes... - Se ve increíblemente adorable cuando está nerviosa, pues se sonroja y se muerde el labio al mismo tiempo.

Se ve tan tierna que solo quiero ir hasta allá y abrazarla para siempre.

- Respira Joy -Ríe Jennie colocando sus manos sobre el pecho de su ex novia.

¡No la toques, Jennie! ¡No puedes tocarla!

Basta, Lisa. Calma al macho pecho peludo celoso y posesivo que habita en tu interior.

- ¿Podemos empezar de nuevo? - Pregunta Joy avergonzada.

Jennie asiente con una dulce sonrisa, y Joy sale de la casa mientras cierra la puerta.

Esto es tan tierno que tengo ganas de vomitar petróleo, pero a la vez me da celos, así que no lo hago.

Joy vuelve a tocar a la puerta segundos después y Jennie abre la puerta intentando contener una carcajada. Se ve adorable.

¿Quieres ser mi esposa, Jennie Ruby Jane Kim?

Esperen... Ya me confundí.

- ¡Hola, Joy! —Saluda. Jennie no es tan mala actriz, pero tampoco la peor...

Está bien, es pésima.

— ¿Qué haces acá?

Joy respira hondo, y lo único que quiero hacer es ir hasta allá y susurrarle al oído que debe relajarse.

... También le ofrecería ayudarla con eso de la relajación, pero no puedo pensar más que en cosas increíblemente pervertidas.

Que sucia mente tienes, Lisa Manoban.

- Te... te traje algo — Bien. Al menos le ha salido mejor que la vez anterior.

Con bastante cuidado Joy deja a la vista lo que tenía detrás de la espalda, lo que resulta ser una caja bastante grande junto con una carta.

- Tal vez deberías leer la carta cuando estés sola... - Le aconseja, y Jennie asiente con una enorme sonrisa antes de comenzar a abrir la caja.

Joy la mira como si fuera única entre todas las estrellas del universo. La mira como cualquier chica desearía ser mirada. La mira como si nada en el mundo existiera aparte de ella.

Me duele pensarlo, pero estoy comenzado a creer que el corazón de Joy, por más que intente conquistarlo, siempre será de Jennie.

- ¡Son hermosas, Joy! - Exclama con entusiasmo mientras saca un ramo de rosas de la caja e invita a Joy a pasar.

Ella nos saluda con un movimiento de su mano, pero está demasiado ocupada mirando a Jennie como para notar la sonrisa que le he regalado.

– Hay más cosas además de las rosas... - La informa con suavidad.