Capitulo 27

257 34 2
                                    

Jennie
(TheChikenAndJendukieShow)

Los padres de Lisa nos detienen justo antes de salir de su casa. Yo suspiro, pues me lo había esperado.

– ¿Alguien te dio permiso para salir, cosa? – Pregunta Chitthip al sujetar el hombro de Lisa con fuerzas. Ella se queja debido al dolor, pero no parece querer defenderse.

– ¿Puedo salir? – Pregunta inocentemente. Ahora simplemente quiero abrazarla.

¿Cómo puede la persona que pensaste era la más fuerte del mundo convertirse en la más débil?

- No – Responde Marco, quien se encuentra solo un poco más lejos, con una macabra sonrisa en los labios.

- Por favor. Prometo volver para la cena... - Asegura ella, y en sus ojos veo lágrimas. En mis brazos Jenlisa comienza a alterarse.

- Hemos dicho que no, cosa - Se niega su padre, y esta vez tira de su cabello con fuerza. Ella solloza y suplica al hombre que la deje en paz, pero él no lo hace. Y, antes de que yo pueda reaccionar le escupe directamente en el ros -... ¿Qué hicimos mal contigo?

Si no tuviera un nudo en mi garganta le diría que lo único que han hecho mal es tratarla como a una basura solo por enamorarse.

- Lamento tener fallas - Se disculpa ella. No está llorando, pero sé que quiere hacerlo.

- Voy a arreglarte. Lo prometo - Le dice y casi parece tierno, pero su mano acercándose al rostro de Lisa no lo es.

Y es justo cuando va a golpearla que mi adorable mascota salta de mis brazos y le muerde la pierna a ese despreciable.

Puede que Jenlisa no sea una cachorrita muy grande, pero sabe cómo y dónde morder.

- ¡Chitthip! - Grita Marco mientras sacude su pierna. Mi cachorrita le da tiempo a Lisa de escapar de su agarre, así que de inmediato viene hacia mí y toma mi mano - ¡Sácame a esta estúpida perra de la pierna!

Su esposa de inmediato corre hasta él, así que comienzo a temer que le hagan daño a mi adorable mascota.

- ¡Jenlisa! ¡Ven con mamá! - La llamo.

Y como es increíblemente obediente deja la pierna del padre de Lisa en paz y corre hasta a mí. La tomo entre mis brazos en cuanto puedo.

Nadie toca a mi bebé.

- ¡Ayúdame, Chitthip! ¡Ese salvaje animal puede tener rabia! ¡Voy a morir! - Chilla Marco.

Yo solo río.

Lisa y yo nos marchemos, así que tomo su mano y las arrastro hasta el exterior del lugar.

Nos subimos rápido a su auto y avanzamos unas cuantas calles hasta que ella, repentinamente, se detiene.

- No puedo más - Solloza ella, y se ve tan rota que dudo que algún día pueda llegar a recomponerse -. No puedo - Repite, y acto seguido apoya su cabeza en el volante y comienza a llorar.

Acaricio su hombro con mi mano y pocos segundos después la abrazo torpemente, pues es lo que este auto me permite.

Permito que se desahogue, que llore, que solloce, que se queje... A veces es lo que las personas necesitan para sentirse mejor.

Pasan unos diez minutos y Lisa sigue llorando desconsoladamente. Me siento tan impotente ahora mismo.

- Lisa, yo...

- Por favor, Nini. No digas nada - Suplica, y me duele escucharla así. Me
duele ver sus lágrimas empapando el volante y su maquillaje corriéndose. Me duele todo lo que a ella le duele.

YouTube | JENLISA | adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora