Escorpio [JOONGHWA/SEONGJOONG] [ ADAPTACIÓN ]

＃ ＥＰＩＬＯＧＵＥ

Ya había pasado un año desde el "incidente" con la tía Nayeon, y las cosas no podrían ser más diferentes a cómo lo eran en aquellos tiempos.

Algo importante podría ser que Min y Jongho habían conocido a Seonghwa después de meses escuchando sobre el chico del café, aunque lo que les impactó fue que era el mismo chico del "spa" del cual Hongjoong se había quejado tanto. El menor se llevaba bien con sus amigos, bueno, más que bien, incluso a veces sentía que Min y Jongho lo querían más a Seonghwa que a él mismo, pero Hongjoong lo dejaba pasar.

Pero lo primero que se debía destacar era la relación entre la pareja con la tía de Seonghwa, que había cambiado drástica-mente. No vamos a decir que Hongjoong y la tía Nayeon se llevaban bien, si no que se llevaban. Todo empezó a mejorar cuando la mujer apareció en frente de la casa de Hongjoong, desesperada por encontrar a su sobrino. Al principio Hongjoong pensó en ponerle una orden de alejamiento, ya que, ¿cómo sabía la señora donde vivía? Bueno, pues fue su propia madre la que entregó su dirección a una persona que Hongjoong desconocía. En ese momento el chico de verdad pensó en mudarse, hasta que supo el porqué se lo había dado tan fácilmente. Resulta que todo eso empezó años antes de que ellos nacieran, cuando el ex marido de la tía de Seonghwa, el escorpio quien resultaba ser su tío Yeon, dejó a su tía, desapareciendo sin dejar rastro. Desde entonces, Nayeon había desarrollado un odio hacia los escorpios, algo que su madre supo cuando se enteraron de la escapada de su hermana. Al parecer su madre y la tía de Seonghwa habían sido amigas desde hace tiempo, y aunque no se hablaban tanto como cuando eran jóvenes, su amistad siempre estuvo ahí. Pero, ¿para qué le había dado la madre a Hongjoong el número del negocio de la tía Nayeon? Todo había sido "calculado" por la mujer. Por supuesto que Nayeon sabía que su mejor amiga había tenido un hijo, pero el hecho de que fuese escorpio fue la razón por la cual nunca lo conoció, por eso mismo su madre, Jeongyeon, había decidido hacer que se conociesen. Lo que había pasado en vez de eso había sido total casualidad, ya que la mujer no sabía de la existencia de Seonghwa en el negocio familiar. Después de eso, a pesar de que todo se desarrolló de manera diferente a lo que Jeongyeon esperaba, Nayeon sí terminó conociendo a Hongjoong.

La relación entre Hongjoong y Nayeon había ido mejorando porque la mujer ya no le tiraba cosas a la cabeza cada vez que el chico estaba cinco metros cerca de ella y porque también le había dejado quedarse con Seonghwa hasta las ocho de la tarde, al menos así era antes de que finalmente se mudaran juntos.

Desde entonces todo había ido bien, tanto que asustaba. Habían pasado de tener una montaña rusa de emociones a vivir en la calma casi total, si contábamos con las persuasivas semanales que le daba Nayeon a Seonghwa para que "buscara a alguien mejor". Persuasivas que Seonghwa ignoraba por completo, diciendo que no podría estar con alguien mejor ya que Hongjoong era todo lo que necesitaba en su vida. Incluso una vez el mayor llegó a escucharlos, yendo a llenar de besos a su novio, conmovido, nada más ver a su familiar irse.

Ahora que vivían juntos, no había día en que no pasaran la noche abrazándose uno al otro, diciéndose palabras bonitas o simplemente disfrutando de la compañía del contrario. A pesar de que tenían trabajos y estudios, aún tenían un pequeño espacio entre las comidas y por la tarde para dedicarlo a pasar tiempo en pareja, cuidando no descuidar su relación.

- Hwa, ¿quieres salir a cenar esta noche? Mamá y Nayeon hoy no vendrán, me avisaron mientras estaba fuera, así que tenemos la noche libre.- propuso el mayor, dejando el libro que estaba leyendo a un lado, dirigiendo sus manos a la cabeza del menor, quien la tenía apoyada en el regazo contrario mientras se tumbaba en el sofá, leyendo en su teléfono.

- ¿No podemos quedarnos en casa y ver una película?- el menor también dejó lo que tenía en manos, llevando una de sus manos a las de Hongjoong, jugando con ellas.

- Lo que mi bebé quiera.- el mayor se agachó, besando la frente de su pareja. El menor ronroneó ante su tacto, abrazándose a su cintura y dejando que el mayor le acariciara la espalda.- ¿Cómo puedes ser tan bonito? Me dolería verte y no poder abrazarte.

- Pero sí puedes, así que aprovecha.- el menor levantó los brazos hacia él, siendo abrazado de inmediato. Se acomodaron en el sofá, uno encima del otro, abrazándose.- Joong, eres un meloso.

- Hmm...- el mayor siguió besando el cuello del menor, enterrándose en esa zona que más solía impregnarse por el aroma de su pequeño, por lo cual era su favorita.- Es que estás muy chiquito, quiero protegerte del mundo.

- ¡Kim Hongjoong, salte de encima de mi niño!- un grito los interrumpió, haciendo que Hongjoong levantara su cabeza para ver ahí a su "tía" favorita. Nada más verla, volvió a esconderse, esta vez en el pecho ajeno, soltando un suspiro. Sintió a su novio reírse debajo de él.

- Buenas tardes a ti también, ¿no se suponía que no vendrían?

- Espera.- el mayor se separó, apoyando sus manos a ambos lados de Seonghwa, mirando a las dos mujeres con una interrogante plasmada en su rostro.- ¿Cómo mierda habéis entrado?

- Muchacho, ese vocabulario.

- Pues obviamente me saqué una llave, ¡para evitar lo que sea que estuviese a punto de pasar! Permito que vivas con un escorpión, Seonghwa, pero no dejes que su veneno...

- Oh, por dios, Yeon, tú tan bien como yo sabes que eso ya pasó.

- ¡¿Podemos dejar de hablar de eso?! Tengo hambre.- Seonghwa empujó a Hongjoong de encima, con suavidad, levantándose del sofá y arreglando su ropa.- Ya que han venido sin avisar, pidan la pizza.

Y dicho esto, fue a preparar la mesa, como acostumbraba a hacer cada viernes por la noche.

Aunque su familia sea un desastre, aunque su madre y su "tía" no les dieran intimidad ninguna, Hongjoong siempre preferiría esa vida, ya que estaba con Seonghwa, y eso siempre sería suficiente para él.

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