Cuentos infantiles

El conejo y la ardilla

Érase una vez un conejo llamado Jeremías que vivía en unos arbustos cercanos a una casita en mitad del bosque.

Un día, se encontró con una ardillita llamada Rosa cuando salía a buscar comida. Entonces, ella le acompañó hasta un claro donde vieron a un lobo muy malo que, al verlos, se le hizo la boca agua. Decidieron huir del salvaje animal a toda prisa, pero el carnívoro les pisaba los talones.

—¿Qué hacemos ahora?— preguntó angustiado Jeremías.

—Pidamos ayuda a un cazador— respondió Rosa convencida.

Los dos amiguitos corrieron y corrieron buscando al cazador que les pudiera ayudar. Pero no lograron encontrarlo.

La noche se acercaba y el conejo y la ardilla se habían escondido en un pequeña cueva.

—Ese lobo no parará hasta encontrarnos- mencionó Rosa.

—Tienes razón— se entristeció Jeremías.

Cuando los dos estuvieron a punto de dormirse, un ruido de pisadas les puso alerta.

—¿Qué ha sido eso?— se asustaron.

De repente, una sombra humana se detuvo ante la cueva. Los animalitos la observaban con miedo y comenzaron a temblar.

—¿Hay alguien ahí?— preguntó la sombra.

Rosa y Jeremías temblaban cada vez más.

—¡Por favor, no nos mate!— gritaron desesperados los dos.

Aquella sombra los miró y después los saludó con una dulce sonrisa. Resultó ser un cazador.

Los dos amigos le contaron el problema que tenían y él decidió ayudarlos.

A la mañana siguiente, el lobo seguía buscándolos por todo el bosque. Fue entonces cuando los tres amigos le tendieron una trampa: Una jaula cayó sobre el depredador desde un árbol, encerrándolo dentro de sus barrotes. El lobo, angustiado, suplicó por su vida. Pero a cambio debía prometer no molestar jamás al conejo y la ardilla.

El cazador le dejó libre y el salvaje animal huyó despavorido.

Rosa, Jeremías y el cazador jugaron y se divirtieron mucho durante el resto del día. Y nunca más se preocuparon por las amenazas del lobo.

¤FIN¤

¤Cómo hice el cuento¤
Puede que algunos no se lo crean, pero la mayoría de los acontecimientos que suceden en el cuento fueron inventados por mis hermanos pequeños. Yo solo los he escrito. Espero que su imaginación les haya gustado. Saludos de la escritora :)