1935

174 30 0
                                    

Bajó del vagón como el mayor le indicó (o eso intentó ya que no hablaban el mismo idioma) y se dirigió a donde el resto de niños caminaban.
No sabía dónde estaba, no sabía dónde estaba su mamá o su papá, no sabía nada, en ese momento sólo quería correr, como su madre le había dicho que hiciera.

Tras diez minutos, entró a una pequeña habitación, había diez camas y más niños habían entrado con él, todos parecían confundidos pero ninguno habló, simplemente se sentaron en las camas, otros en el suelo.

Antes de poder mirar al exterior, la puerta fue cerrada, Felix retrocedió hasta sentarse en una cama, a su lado, un niño ya había comenzado a hablar con el resto, creando un ambiente más cómodo.

— ¡Hola! —dijo el pequeño pelinegro, sentándose a su lado, sin embargo, el otro no le dio ni siquiera una mirada.

Tenía miedo.

— Mi nombre es Yang Jeongin. —no hubo respuesta ni mirada del rubio.— ¿Por qué estás aquí? —nuevamente nada.— Yo estoy aquí porque no tengo padres.

— ¿No tienes padres? —murmuró y el contrario negó.— Eso es... ¿Cruel, no?

— Bueno... —se encogió de hombros.— No lo sé, nunca conocí a mis padres. Siempre viví en una casa enorme con más niños, de hecho... Ellos no han llegado aquí, ¡Muchos de ellos tenían mi edad! ¿Tú cuántos años tienes?

— Tengo ocho. —tragó saliva.— ¿Tú?

— Tengo diez, soy mayor. —sonrió.— ¿Tú por qué estás aquí? —ladeó su cabeza confundido.

—soltó un suspiro, encogiéndose de hombros y desviando su mirada.— Soy diferente...

Jeongin ladeó un poco su rostro a un lado al no saber a qué se refería Felix con "diferente", sin embargo, sólo sonrió y palmeó suavemente la espalda ajena.

— Todos somos diferente, ser igual que el resto es aburrido, ¿no crees? —Felix lo miró.— Si todos fuéramos iguales, todo el mundo sería muy aburrido. —sonrió.— ¡Hay que conocer a gente nueva y diferente para aprender más!

Se sintió vulnerable, su mamá siempre le decía que no había nada de malo en ser diferente, que no podía controlar lo que el sentía, sin embargo, de igual forma siempre tuvo el rechazo del mundo, no había conocido a nadie que lo aceptara como es, y tenía miedo que ese rubio tampoco lo aceptara.

— Sí, hay que conocer a personas diferentes... —murmuró.

Chico Raro ✧ HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora