Ginger

5

POV GINGER

- Es que no puedo creer que te hayan confundido con alguien más, todos en Paseo Marítimo sabes quién es Ginger. _Martina no había dejado de hablar del encuentro con el chico misterioso.

- Ni que fuera una Kardashian, no seas exagerada, esto no es Hollywood. _ me molestaba un poco que me creyeran que algún tipo de celebridad aquí.

- A lo mejor no es de aquí, por eso no te conoce.

- Ciertamente eso tiene mayor sentido. _ Le di un sorbo a mi café, tratando de ponerle fin a la conversación.

- Ojalá hubieran estado en mi lugar, se veían tan guapos ahí parados los dos emanando misterio y sensualidad. _ mi mejor amiga no tenia remedio.

- Sabes me imaginaba de muchas formas, pero jamás emanando misterio y sensualidad al mismo tiempo. _ deje mi plato y mi taza del desayuno en el fregadero, si no me apresuraba llegaría tarde al trabajo.

- Por favor Gin, eres la chica más misteriosa que conozco. _ sabia que la gente comentaba sobre mi y mi hermana, pero eran puras suposiciones, yo no era ni la mitad de lo que decían.

- Tu sabes que te amo, pero deberías dejarte de hacerte una película en tu cabeza. _ Martina creía que yo era una especie de heroína o algo similar. _ Ahora doy por terminada esta conversación, de acuerdo.

- Solo huyes porque sabes que tengo razón.

- No te oigo, ya me voy, ya me fui..._ Salí del departamento que compartía con mi mejor amiga, aun me quedaba varios minutos de sobra, pero era mi primer trabajo decente no podía cagarla.

El día se paso volando, la verdad es que siendo una de las mejores cafeterías de todo Paseo Marítimo era de esperar que casi siempre estuviera lleno. Definitivamente la clientela era completamente diferente a la que solía estar acostumbrada en los bares. Había reconocido uno que otros rostros, pero trate de ser lo mas cordial posible.

Al final de mi turno ya estaba exhausta y no veía la hora de llegar a casa y tomar una ducha relajante. Matt, uno de los chicos del trabajo, se ofreció a acompañarme, vivíamos en la misma calle así que me pareció genial tener un poco de compañía.

- Así que eres huérfana, pues vaya lo siento mucho en verdad. _ Le había contado a Matt un poco respecto a mi vida como huérfana, la verdad es que muy pocos sabían mi historia.

- No te preocupes, la verdad ya lo eh asimilado bastante bien en todos estos años. Era muy pequeña cuando mamá cuando eso paso y casi no recuerdo mucho de ella. _ Al ser menor que Gine, ella había presenciado la mayor parte de todo. Yo era muy pequeña y mis recuerdos son bastante vagos.

- ¿Y que hay de tu hermana? _ para nadie es un secreto que Gine se había ido de la playa y que yo ahora estaba sola. _ Oí por ahí, que ella ya no vive aquí. _ lo noté bastante incómodo.

- ¿Conociste a Gine? _ por su expresión pareció que, si conocía a mi hermana, bueno y quién no.

- La trate un par de veces, no solíamos frecuentar los mismos lugares ni a las mismas personas. Pero teníamos a un conocido en común. _ sentía que no me estaba diciendo todo. Preferí apartar esa vocecita de mi cabeza, repitiéndome que me estaba perdiendo de algo.

- Y que hay de ti ¿Tienes hermanos? _ No sabia mucho de Matt, únicamente que vivía solo, teníamos la misma edad y trabajábamos en el mismo lugar.

- Tengo un medio hermano, pero casi no nos llevamos bien. Al igual que Gine, él se fue a la ciudad, pero regreso hace poco.

- Creo que estamos metidos en líos de hermanos. _ nos reímos y charlamos gustosamente, hasta que llegue a mi piso. Nos despedimos con un beso en la mejilla, que al parecer duro un poquito mas de lo esperado.