#final

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Cuando todos en la escuela escucharon y distribuyeron de boca en boca el chisme que Seongmin iba a borrar la pared se pusieron alerta que dejaron de hacer lo que sea que hacían sin dudar ningún segundo, todos corriendo detrás de el, tratando de impedir que hiciera algo. Seongmin subia las escaleras, tratando de escapar de la multitud y a la vez dirigirse al baño, cuando llegó al final de la escalera tomó el bote de basura y lo tiró al suelo para complicar el paso de los demás. No sirvió de mucho.

Entró al baño, tratando de tomar un trapo o algo para limpiar pero los demás eran algo rápidos que no tuvo la oportunidad, rápidamente se encerró en el último cubículo.

Los demás alumnos hasta incluso, profesores rodearon por donde tenían alcance todo el baño donde el pelinegro se había encerrado, golpeaban y paseaban las puertas y paredes, tratando de entrar, incluso gritaban sin parar con la intención de que Seongmin no hiciera nada. El joven asustado con sus manos trataba de borrar la pared pero no funcionaba.

— Mierda, no se quita.

— ¡Ahn Seongmin! ¡No se te ocurra!

— ¡No lo hagas!

— ¡No!

Seongmin, irritado, lleno de presión, sin importar nada fue capaz de meter si mano dentro del escusado para quitar el agua y tirarla a la pared, trato de borrar algo y nada, era imposible. Aún seguían golpeando y gritando, el estaba a punto de estallar pero saco un plumón negro de su bolsillo y sin pensar mucho escribió en la pared.

— ¿Seongmin que haces?

— ¿No hagas nada!

— ¡Detente!

El chico terminó de escribir y se echó para atrás, cubriendo sus oídos. Dejó de escuchar gritos y golpes y abrió lo ojos, ¿se habían ido?. Confundido y miedoso, salio lentamente de su lugar pero no había nadie a su alrededor. Incluso buscó por el resto de los lugares del baño pero nadie se encontraba ahí.

Salió del baño y camino por los pasillos, por el sector de la escalera y las aulas pero seguía sin ver a nadie en esos lugares. Bajo a cada planta del gran edificio y nada.

— ¡¿Hay alguien ahí?!

Siguió yendo y viniendo por todas partes pero se encontraba solo en cada parte a la que iba a revisar, que si la biblioteca, el comedor, la sala de maestros, la enfermería y hasta la cancha de fútbol. Estaba comenzando a desesperarse al no encontrarse con nadie y fue a la azotea, donde se encontró con Taeyoung mirando a la nada desde arriba. Seongmin no sabia si alegrarse o huir de ahí. El amor volteó a verlo con una sonrisa. Seongmin  corrió hacia el centro de la cancha de nuevo y comenzó a gritar.

— ¿Donde están?

— ¿Hay alguien por ahí?

— ¿Me escuchan?

Solo podía escuchar sus propios gritos y el eco de estos resonando a lo lejos. Estaba solo.

Decidió mejor salir de la escuela y caminar hasta su casa, en las calles tampoco había nadie circulando, estaba todo tan silencioso y solitario que le daba mucho miedo, los autos barados en medio de la nada, negocios abiertos pero sin su personal ni clientes, solo el camiando a paso lento y temeroso por ahí.

Entró a su casa y a su habitación, viendo a su alrededor, encontrando una nota de su hermana mayor.

"Adios, estúpido. Mamá dice que lamenta no poder verte. Att: Tu hermana"

Claramente se acordó de su familia, sacó su teléfono y abrió la lista de contactos, donde al inicio tenia a sus amigos, conocidos y familia pero a los segundos quedo vacía.

Fue al baño y se miró al espejo, comenzado a llorar y a lavarse el rostro por las sensaciones no agradables que comenzaba a tener, levantó su cabeza para volver a mirarse pero su reflejo ya no estaba en el espejo. Asustado, comenzó a tocar su rostro y el objeto frente a el confundido y asustado. Su respiración se hizo entre cortada y quiso gritar, abrió su boca pero ningún sonido salió de ella. Al darse cuenta se cubrió el rostro y siguió llorando sin que se escucharan sus lamentos.





















































































































































































Desearía que todos desapareciera.


WONDER WALL | AHN SEONGMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora