CAPITULO 6

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Kyuhyun llegó a casa del trabajo de buen humor. Afortunadamente, no había vuelto a oír nada de Yeji, y el almuerzo con Sungmin le ayudó a olvidar el encuentro de la mañana.

En el trabajo todo estaba bien, él estaba al mando de algunos de los chicos que eran también parte de la manada. Les comentó que había encontrado a su compañero. Los tres hombres le dijeron que su pareja ya era parte de la manada por como él hablaba de Sungmin, también se sentía cómodo hablando de su compañero. Después de decirlo, había recibido algunos rechazos por el hecho de que su compañero era un hombre, pero podría decir que la mayoría estaban felices por él.

Caminando por la puerta principal entrando a su hogar, el olor de su compañero le golpeó la nariz y su lobo rápidamente se incorporó sin previo aviso. Olfateando el aire, buscándolo, lo encontró desnudo en medio de su habitación.

— Ahora, eso es un regalo para la vista— Kyuhyun sonrió.

Sungmin le miró por encima del hombro y le sonrió.

— Oye, bebe. Es mejor darse prisa o vamos a llegar tarde y quiero dar una buena impresión en casa de tus padres.

Gimiendo, Kyuhyun recordó que sus padres querían que todos asistieran a la cena, lo que significaba que no podía tomarse el tiempo de joder a fondo a su pareja. Maldita sea. Levantando a Sungmin, Kyuhyun lo envolvió con sus brazos y lo besó profundamente. La suave voz de Sungmin flotaba en su mente a través del vínculo — Dios, te he echado de menos hoy. El verte en el almuerzo me ayudó pero aún así te he necesitado. — Kyuhyun sonrió por el hecho de que Sungmin parecía querer estar con él todo el tiempo.

— Confía en mí, bebé, el sentimiento es mutuo.

Poco a poco rompió el beso, Kyuhyun dio un paso atrás. Él se quitó su arma y comenzó a desvestirse cuando escuchó un lobo detrás de él. Kyuhyun se volvió y vio el reconocimiento y la lujuria en los ojos de su compañero.

— Creo que es mejor esperar en la planta baja o te voy a llevar a la cama y no te dejaré salir el resto de la noche— Kyuhyun soltó el aliento que no sabía que había retenido al oír las palabras de Sungmin, luego vio como corrió hacia la puerta con una sonrisa enorme en su rostro. Kyuhyun no pudo evitar reír.

Dios, amaba a su compañero. Espera, ¿qué? ¿Amor? Eso no puede ser cierto. Apenas tenía Sungmin dos días con él. Sin duda, no podía ser amor. Pero también sabía que era una causa perdida tratar de negar sus sentimientos. Él era su compañero, y en su corazón, Kyuhyun sabía que le amaba.

Sonriendo como un tonto, rápidamente se vistió y fue a buscar a Sungmin, Él estaba en la sala de estar con sus hermanos, Kyuhyun fue hasta él y lo besó apasionadamente, solo se separó para respirar porque era necesario para seguir viviendo. Sungmin se limitó a mirarlo con sus ojos medio cerrados y sus labios brillantes, rojos e hinchados por el beso.

— ¿Estás bien, Kyuhyun?

— Estoy perfecto, mi amor— Kyuhyun sonrió. Sungmin dio un respingo, su corazón saltando en su pecho porque sus palabras no pasaron desapercibidas.

— ¿Amor?— Sungmin le preguntó vacilante.

— Sí. Amor— Tomó las mejillas de Sungmin en sus manos a medida que bajaba su cara otra vez. Quería ver los sentimientos reflejados en los ojos de Sungmin.

Sungmin gimió y envolvió sus brazos alrededor del cuello de Kyuhyun, sosteniéndolo cerca, besándolo y barriendo con su lengua la boca de Kyuhyun.

Atrás de ellos, uno de sus hermanos se aclaró la garganta tratando de llamar su atención pero estaba demasiado envuelto en el maravilloso sentimiento de su compañero.

(1) Compañero Inesperado - KyuminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora