Prógolo

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Caminaba bajo el manto de la noche luego de un largo día de trabajo, decidí tomar un atajo entre los callejones de la ciudad para llegar rápidamente a casa y así poder realizar mis tareas con antelación.

Sé que no es la mejor idea que he podido tomar, pero no era la primera vez que lo hacía, por lo que tenía seguridad en la elección que había tomado.

Mientras más avanzaba en mi trayectoria escucho pasos lentos pero pesados atrás mío, siento como un escalofrío recorre mi cuerpo e intentando no parecer alterada simplemente acelero mi paso hasta llegar a una calle más amplia, doy un pequeño suspiro de alivio ya sin escuchar aquellos pasos cerca.

De todas formas, busco asegurarme mirando a los lados, mi derecha estaba vacía, a mi izquierda pude ver un carro negro que avanzaba lentamente cerca de la acera en la que me encontraba.

Sujeto fuertemente mi mochila y comienzo a correr sin siquiera dudarlo, escucho como la camioneta acelera intentando seguirme el paso, hasta que mi vista se llena de negrura, sé lo que estoy sintiendo en mi cara, son unas manos, manos desconocidas, intento moverme pero siento ahora a mis piernas atadas, forcejeo con fuerza, sin embargo recibo un golpe en la cabeza.

[•••]

Desperté en un lugar oscuro, por el sonido y los movimientos noto que estoy dentro de una maletera, mi respiración poco a poco se vuelve entrecortada por el pánico.

Intento mover mis manos y piernas, pero estaba atada, dirijo mi vista hacia todos los lados de la maletera intentando no moverme demasiado para llamar la atención de mis captores, hasta que encuentro mi mochila, la habían tirado junto conmigo, la tomo aún maniatada y la abro mientras busco una pequeña navaja dentro guiándome únicamente del tacto.

Bingo, lo encuentro y lo dejo en el piso de la maletera tomándolo con mi boca firmemente para así poder cortar la cuerda que había en mis manos, cuando lo logro tomo la navaja entre mis manos y corto la cuerda que está en alrededor de mis piernas impidiéndome escapar.

Tomo mi mochila con fuerza y la coloco en mi espalda, miro hacia la puerta de la maletera y noto una luz azulada un poco más amplia, allí me doy cuenta de que tampoco habían cerrado bien la maletera, no puedo estar más agradecida con el universo por esto. Abro con lentitud la maletera para no ser escuchada, lo suficiente como para salir sin que se me viera por el retrovisor.

Veo por fuera que el coche va a toda velocidad, y solo hay algo que debo hacer si deseo salir viva de este lugar, saltar.

No lo dudo más y me tiro del carro rodando por la carretera mientras siento cómo mi cuerpo se lastima. Entonces escucho cómo la camioneta varios metros adelante frena bruscamente, mierda, me descubrieron.

Pero ni el dolor me detendría ahora, debía pensar rápido, así que tomé la mejor elección en ese momento, entrar al bosque, sabía que cerca del lugar rodeaban leyendas sobre monstruos que atacaban a las personas, pero ahora le temía más a las personas que a las leyendas.

Corría y corría por la desesperación, ya perdí la cuenta del tiempo que llevo corriendo, solo tengo por seguro que debo encontrar una forma segura de volver a casa, ahora estaba totalmente segura de que si esos secuestradores se habían detenido a buscarme lo más probable era que se hubieran rendido hace un par de horas.

Luego de haber visto tantas historias de terror sobre bosques malditos prefería buscar un camino de vuelta antes que quedarme a dormir en medio de la nada, en donde nadie podría encontrarme si alguien o algo intenta matarme.

—Encontraré una forma de volver, lo prometo madre —digo mirando al cielo nocturno mientras saco de mi mochila mi celular y finalmente veo la hora, son las 12.20 a. m.

Maldigo en mis adentros, pero decido no perder más el tiempo pensando en el error que cometí al adentrarme en esos callejones, así que comienzo buscar un lugar alto desde el cuál poder ver.

Mi mirada termina decantando en una montaña, era el lugar perfecto, desde allí podría encontrar mi camino a casa.

Al llegar a la punta de aquel monte vi un agujero enorme, siempre le había tenido miedo a las alturas por lo que decidí aferrarme con todas mis fuerzas a las raíces de las plantas que allí habían, dejé mi mochila a un lado para relajar el cuerpo.

—Sabía que la montaña era alta..., pero no pensé... que lo fuera tanto, maldita sea..., me quedo sin aire.

Me quedo en silencio intentando retomar el oxígeno que me faltaba, había subido demasiado, incluso más allá de lo que mis expectativas iniciales tenían previsto pero, de alguna extraña manera este lugar parecía mágico, o sobrenatural en un buen sentido.

—Bien, ¿a dónde debería ir? —Me levanto con miedo a caer, pero decidida sigo buscando, si no hacía esto, tal vez jamás volvería a casa.

Intento visualizar un poco mejor el panorama, hasta que siento como piso "algo" que me deja sin equilibrio haciendo que caiga.

Para mi suerte, seguía viva y no había terminado muriendo dentro de ese hueco enorme directo a mi fin.

En un inicio todo parece estar bien, pero mientras más miro más siento que algo falta...

—No...no, no..., ¡no, no, no, no! —Desesperada volteo a todas partes intentando buscar mi mochila —. ¡¿Dónde está?!, no la puedo haber tirado, ¡no, ¿cómo vamos a pagar las cuentas sin el...?!

En ese momento la encontré, a pesar de tener la vista borrosa por las lágrimas la vi, seguía allí, dentro del agujero, pero seguía allí, una de las asas de la mochila había quedado en atrapada en una rama dentro del agujero evitando que caiga al vacío, sé que entrar allí para recuperarla es peligroso, pero no puedo volver a casa con las manos vacías, realmente necesitamos ese dinero.

Me acerco con cuidado al borde del agujero y me agacho intentando tomar la mochila, pero si realmente la quiero debo poner media parte de mi cuerpo al aire, y así lo hago, consigo tomar la mochila e intento volver a una posición segura.

En cambio me termino encontrando en un escenario completamente negro alrededor mío, yo...había caído.

Abrazo fuertemente la mochila deseando con todas mis fuerzas volver a casa, alguna clase de oportunidad, no podía morir, no ahora, no era el momento, no lo era, debía seguir viva...¿verdad?

Flor Dorada┇Flowey x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora