La venganza de los PROTAS del NTR

Netokano

Advertencia: Esta historia puede presentar sangre, insultos, abusos, etc. Se recomienda leer con discreción. Los siguientes H3ntais, no me pertenecen, solo me pertenece como se desarrolla la historia de ahora.

"Bienvenidos de vuelta" La voz de una chica se escuchó en un escenario. "Por favor, no me tomen importancia soy simplemente la presentadora" La chica sonrió con tranquilidad mientras detrás de ella se abría un telón.

Un escenario donde se podía mostrar lo que parecía ser un salón escolar se mostró, además de un par de marionetas estaban detrás de ella.

"Hace un tiempo" Las marionetas se movieron y empezar a "Hablar" entre ellas "Un chico le juro amor eterno a su enamorada en un hermoso verano" Se ve como la una marioneta se inclina mientras la otra posa sus monas donde deberías estar su boca.

"Pero su amor se tenía que ir, el chico entristecido hizo una promesa con su amor" La marioneta estaba de pie mientras le tomaba las manos a la otra "Que después de que volviera estarían juntos..." La marioneta asintió "Pero, cuando volvió ella había cambiado, ella había sido corrompida" La marioneta se ve entristecida en un escenario nuevo, parecía ser una habitación.

"Y entonces el chico juro en una noche tormentosa..."

"Venganza"

"Entonces, que empiece esta obra"

Capitulo: Netokano

[Personajes de esta historia]

Mizuki: La Cerda

Sensei: El cerdo

Souta: El protagonista

El mundo para Souta había sido destruido en totalidad, simplemente ya no había nada por lo que luchar, más bien en vez de ser destruido había sido robado de una manera tan cruel. Para el ese sentimiento nauseabundo cuando se enteró de lo sucedido seguía en él y no parecía parar en ningún momento.

Él quería que ese sentimiento terminara, era asqueroso, repugnante, no quería sentir lo mismo todos los días, eso lo volvería loco.

"Simplemente para de una vez" Souta hablo con cansancio su cabeza era un caos su mente simplemente había sido quebrada y no parecía restaurarse. "Solo deja de recordar" El volvió a hablar mientras se tocaba el pecho fuertemente.

Ninguna persona te pueda dañar tanto como tus propios pensamientos, después de todo, esos pensamientos te carcomen desde adentro, hasta que llegue el momento de ponerle un final.

Souta quería acabar con esos recuerdos que tenía en su cabeza, aunque él quisiera olvidar todo no podía, él siempre lo recordaba, cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día... Y era absolutamente horrible.

"Cuanto vuelvas, nosotros continuaremos y entonces iremos a la misma universidad"

"Es una promesa"

Souta había entendido que una promesa era tan fácil de romper, que simplemente no importaba lo que la otra persona sienta, al final alguien ya la rompió.

Él no estaba loco ni mucho menos, simplemente estaba destrozado.

"Solo déjenme dormir..." Souta se arrojó a la cama mientras cerraba sus ojos, esperando que por lo menos en sus sueños lo dejen ser feliz.